El pasado 2 de enero el alcalde, Enrique Moresco, firmaba un decreto mediante el cual se modificaban las competencias asignadas tras las elecciones de 2011 a los ediles de Mantenimiento Urbano, Damián Bornes, y de Policía Local, Carlos Coronado.

Con esta modificación del decreto se pretendía formalizar y aclarar la asignación de competencias en materia de tráfico entre ambas concejalías, ya que en el caso de El Puerto desde hace años la ordenación del tráfico rodado urbano no depende de la Policía Local, como en el 95% de los municipios, sino de Obras y Mantenimiento Urbano, quedando las competencias de la Policía Local exclusivamente en la regulación del mismo.

Esta fue una de las primeras sorpresas que se llevó el concejal Carlos Coronado cuando llegó al Ayuntamiento y se le encomendó la Concejalía de Policía Local. Desde junio de 2011 su departamento se ha venido ocupando únicamente de la regulación del tráfico pero no de su diseño ni de decidir las tareas de señalización, por más que las quejas de los ciudadanos sobre estos asuntos siempre apuntan hacia su Concejalía.

Coronado trasladó al alcalde, Enrique Moresco, la necesidad de solucionar este asunto y le pidió ser él quien encabezara estas competencias, pero el primer edil, tras demorar su respuesta durante meses, finalmente ha optado por la modificación de este decreto en el que al menos se dejan especificadas por escrito las competencias de cada cual.

Era urgente la clarificación y concreción de estas competencias ya que el concejal encargado de la organización del tráfico en la ciudad deberá ser también quien aplique la nueva ordenanza que regulará el funcionamiento de las cámaras de tráfico en el centro de la ciudad, una ordenanza que si en principio partió de Mantenimiento Urbano, fue luego Policía Local quien la desarrolló y sobre todo quien propició las distintas reuniones con vecinos y empresarios de cara a su aplicación. Ahora, tras aclararse que será Damián Bornes el encargado de aplicar esta ordenanza, se desbloquea por fin uno de los trámites que la estaban eternizando.

Carlos Coronado explicó ayer a este periódico que si bien hubiese preferido ser él el responsable de la aplicación de esta ordenanza, y en general de la ordenación del tráfico en la ciudad, ha preferido ceder para evitar que el asunto siguiera empantanado.