Comienza 2020, un año que será sin duda clave para el futuro de El Puerto de Santa María. La ciudad se la juega con asuntos como la anulación del PGOU en vigor, pendiente de la aceptación de recurso por parte del Tribunal Supremo, y con el reto por delante de convertir las márgenes del Guadalete en un espacio de ocio y desarrollo urbano.

Anulación del PGOU

Tras la dura sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que anulaba el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2012, El Puerto se enfrenta a un futuro incierto en tanto no se sepa, en primer lugar, si el Tribunal Supremo admite el recurso presentado por el Ayuntamiento, una decisión que se deberá conocer a lo largo de este año. Entre tanto, la Concejalía de Urbanismo no podrá bajar la guardia y deberá prever ya la elaboración de un nuevo PGOU, para que pase lo que pase el relevo entre una normativa y otra sea lo más ordenado posible. La incertidumbre de inversores y propietarios puede ser el peor escenario a la hora de que importantes proyectos urbanísticos en cartera salgan adelante.

Aprobación del Peprichye

En paralelo a la previsión de elaborar un nuevo PGOU, el área de Urbanismo tiene otro importante reto entre manos, como es el de la aprobación definitiva del Plan Especial del Casco Histórico. Según las previsiones de la concejala Danuxia Enciso, tras la revisión de las alegaciones presentadas al documento se espera que el Peprichye pueda pasar por pleno el próximo verano. La sentencia anulatoria del PGOU también ha obligado a Urbanismo a revisar el documento, en previsión de todos los posibles escenarios.

Obras de Pozos Dulces

La conclusión del aparcamiento subterráneo es uno de los asuntos más urgentes a los que se tiene que enfrentar el gobierno municipal. Tras la salida de Impulsa El Puerto del accionariado de Impulsa Aparca, y pese a haberse anunciado un impulso inmediato de las obras, lo cierto es que de momento las mismas avanzan muy lentamente, con una presencia casi testimonial de trabajadores. Desde el Ayuntamiento, no obstante, aseguran que las obras siguen adelante y que en breve se verá más movimiento en la zona, tras un decreto de reformado que se ha firmado esta misma semana. La consultora Deloitte, por otra parte, está estudiando los datos del proyecto para ofrecer a los inversores interesados en el mismo las cifras de negocio actualizadas.

Estrategia Edusi

La recuperación de las márgenes del río y la construcción de un paseo fluvial a lo largo del Guadalete es otro de los retos que deberán quedar perfilados cuanto antes, de la mano de la estrategia Edusi, aunque se trata de un proyecto que no se ejecutará a corto plazo, sino hacia el final del mandato. El proyecto incluye también la construcción de un aparcamiento subterráneo junto al Guadalete, promovido por la Autoridad Portuaria.

Centros de salud

Tras más de una década esperando la construcción del centro de salud de la Zona Norte, el edificio ya se ha terminado pero ahora no se puede abrir al no estar urbanizados los accesos, por una falta de previsión que viene de varios mandatos atrás. El pasado mes de diciembre salía a licitación la obra para ejecutar estos nuevos accesos, tras lo que quedará pendiente aún el equipamiento del centro y la dotación de personal. En el ámbito sanitario también queda por resolver el traslado del consultorio de Valdelagrana, en un estado deplorable y cuyo concurso público para alquilar un local más adecuado quedó desierto recientemente.

Estación de autobuses

Este proyecto es uno de esos que se han quedado estancados desde hace años, sin que se llegue a entender muy bien el motivo. Tras los numerosos anuncios en falso de avances en el procedimiento, lo cierto es que la ciudad sigue a día de hoy sin este importante recurso turístico y de movilidad, a la espera de que se materialice el protocolo firmado el pasado mes de agosto entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento portuense.

Derribo de José Antonio

La recuperación del entorno de la Plaza de la Esperanza también se está haciendo de rogar. A pesar del derribo de los primeros bloques de la barriada de José Antonio, en diciembre de 2018, la burocracia sigue haciendo de las suyas y el expediente de expropiación que está en marcha para poder desalojar por completo las viviendas no termina de llegar, un paso indispensable para proceder a la demolición del resto de los edificios.

Nuevos Juzgados

El traslado de los Juzgados al centro urbano también se torció. Pese al concurso convocado por la Junta de Andalucía para el alquiler de una nueva sede más accesible, el mismo quedó desierto, debiendo convocarse ahora una nueva licitación. De momento, los Juzgados siguen en precario en el polígono Las Salinas.

Comisaría

La construcción de una nueva Comisaría mejor dotada y más amplia que la actual es otro de esos viejos proyectos que duermen el sueño de los justos. El Ministerio del Interior envió el pasado mes de septiembre una carta a la Federación Local de Asociaciones de vecinos (Flave) en la que aseguraba que el Plan de Infraestructuras de la Seguridad del Estado para el periodo 2019-2025 incluye la construcción de dicho equipamiento. No obstante, de momento este compromiso carece de datos más concretos sobre su materialización.

En definitiva, viejos proyectos que se eternizan y no terminan de ver la luz. Esperemos que este año sea el definitivo para la resolución de al menos alguno de ellos.