Turismo

El mal tiempo amenaza la ocupación hotelera de la ciudad en Semana Santa

  • Las nubes y bajas temperaturas hacen dudar a los turistas, que se mantienen indecisos y esperan para reservar

  • A pesar de ello, y por el momento, el sector está contento con los datos

Las procesiones en El Puerto atraen a muchos visitantes. En la imagen, la recogida del Nazareno una mañana de Viernes Santo.

Las procesiones en El Puerto atraen a muchos visitantes. En la imagen, la recogida del Nazareno una mañana de Viernes Santo. / Andrés Mora

El riesgo de sequía cada vez es mayor. Y no es para menos. Siendo sinceros, el invierno de este año está siendo increíble, muy distinto al del año pasado, donde las cestas de ropa sucia estaban a rebosar porque los días no daban tregua a secar las prendas.

Este año el tiempo juega a desconcertar. Desde hace varias semanas los armarios se vuelven locos entre vestidos y camisas de primavera que se abren paso sorpresivamente entre abrigos de paño y jerseyes de cuello vuelto de invierno. Uno ya no sabe qué ponerse para acertar.

El mejor ejemplo, sin ir más lejos, no hace mucho tiempo, concretamente dos semanas, cuando más de uno incluso se atrevió a sacar el bañador e irse a la playa a tomar los primeros rayos de sol. Teniendo en cuenta estos factores, todo hacía pensar que este año en las fiestas primaverales (Semana Santa y Feria) ya se podría estrenar el armario de verano. Seguro que más de una ya se había imaginado con zapatos descubiertos. Era lógico: el tiempo meteorológico acompaña desde temprano y las dos fiestas caen tarde en el calendario. Sin embargo, todo apunta a que las sandalias y espartos tendrán que esperar -por lo menos- hasta después de Semana Santa ya que el tiempo empeorará.

Así lo aseguran las primeras predicciones meteorológicas donde se anuncian días nublados y bajadas de temperatura de cara a la Semana Santa. Ahora que llegan los días libres, el olor a azahar y las procesiones amenaza con aparecer todo el agua que no ha caído en el resto del año. Ya lo decía Murphy: si algo malo puede pasar, pasará.

Aunque aún es muy pronto para dejarse guiar a ciegas por las previsiones meteorológicas -ya que con más de una semana de antelación la cosa puede variar bastante- los supuestos nubascos y bajadas de temperaturas ya están influyendo en el ánimo de los turistas a la hora de hacer las reservas. “Desde hace unos días las reservas han parado”, explican desde el sector. “La cosa estaba muy animada, pero ahora se ha quedado paradita”, explica José María Godínez, gerente del hotel Los Cántaros. No obstante, el sector se muestra optimista, tanto por el número de reservas realizadas a día de hoy, “que son razonablemente buenas en relación a otros años”, como en el hecho de que mantienen la esperanza de que el tiempo cambie. “Nosotros con que el tiempo varíe un poquito nos vale, tampoco pedimos mucho. Hay que tener en cuenta que para nosotros pasar calor no es lo mismo que para uno que viene de Soria, que con 24 grados ya se ha vuelto loco”, explica.

Con él también está de acuerdo la otra parte del binomio perfecto: los bares y restaurantes. En este sentido, los hosteleros cruzan también los dedos para que el sol salga y sirva de reclamo a la hora de llenar todas sus terrazas. “El año pasado la temporada fue buenecita”, explica Manoli Basteiro, gerente de la Cervecería El Puerto (popularmente conocida como La Skol). “Poquito a poco la cosa se va animando y la gente va gastando más, pero está claro que si el tiempo es malo la gente no viene, pero ni los turistas ni la gente de aquí”.

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