Ya está publicada en Boletín Oficial de la Provincia (BOP) la Ordenanza reguladora de los Huertos Sociales y Ecológicos, aprobada con carácter inicial en pleno por el Ayuntamiento de El Puerto en febrero de este año, que con ello inicia su procedimiento hacia la aprobación definitiva. La ordenanza se debe someter ahora a un proceso de información pública, para que los interesados puedan interponer las sugerencias o alegaciones que consideren oportunas. Es posible que haya dificultades para que se pueda someter a dicha exposición de manera acorde a los plazos, debido al estado de alarma, por lo que se podría producir una prórroga para la presentación de alegaciones.

El asunto fue llevado al Pleno Ordinario de febrero por la Concejalía de Fomento y Participación Ciudadana con la colaboración del Servicio de Patrimonio y Planeamiento, interviniendo en la redacción distintos colectivos vecinales, ecologistas, sociales y grupos municipales, con el objetivo de "regularizar y mejorar la gestión del uso de los espacios municipales dedicados al ocio saludable y respetuoso con el Medio Ambiente, siempre desde un enfoque social y ecológico".

Los huertos permanecieron varias semanas sin cultivar por el estado de alarma.

La elaboración de la Ordenanza de Huertos Urbanos es una larga reivindicación de Ecologistas en Acción y otras entidades desde hace años. Entre 2015 y 2016 los ecologistas organizaron unos talleres de agricultura ecológica, destinados a la formación del personal que iba a hacerse cargo de los huertos urbanos existentes en Caja de Aguas. Los cursos fueron sufragados por los propios ecologistas, y desde entonces las personas que realizaron dichos talleres han sido básicamente quienes se han encargado del mantenimiento y gestión de los huertos sociales y ecológicos en la ciudad de El Puerto.

Durante la etapa más dura del confinamiento los huertos han permanecido semiabandonados, aunque desde hace unos días se levantaron las restricciones que impedían a sus responsables asistir a cuidarlos. El alcalde Germán Beardo, los incluyó en el bando municipal donde se permitía de manera expresa acudir a cuidarlos. En total se trata de 11 parcelas que fueron habilitadas por el Ayuntamiento hace cinco años. Tienen unas dimensiones de siete por seis metros, con un pasillo de tierra que conduce a ellos y que mide 1,20 metros. Entre los huertos existe espacio suficiente para que quienes estén trabajando, normalmente una persona por parcela, puedan mantener las distancias de seguridad y en caso necesario utilizar las medidas de protección para la prevención del Covid 19.

Además, al contar los huertos con agua de riego hay una sala de bombeo, en la que los encargados de cultivar los huertos guardan los enseres que necesitan para trabajar los cultivos. Según personas que entienden de horticultura, con una hora de trabajo al día es suficiente para obtener los productos de la huerta que pueda necesitar una familia. Por ello, quienes cultivan los huertos los usan para autoconsumo y en unos 15 días volverán a estar en producción tras haber pasado varias semanas de abandono forzoso. En unos momentos como los actuales, en que cualquier recurso extra puede ser de gran importancia, estos huertos pueden ayudar a la economía, especialmente en el caso de familias con pocos recursos. 

Además, los huertos cumplen una función social al estar algunos en manos de colectivos de salud mental como Afemen, jubilados y desempleados, que pueden encontrar una alternativa para completar la cesta de la compra, siempre difícil de llenar en las difíciles condiciones que podrían sobrevenir. "El fomento de los huertos ecológicos es ideal para lo que se nos viene encima con la crisis, con un huerto de 35 metros cuadrados se puede sacar para el autoconsumo de una familia", asegura el responsable de una de las parcelas.

Por este motivo, y por la apuesta por la evolución en las mentalidades hacia una sociedad más sostenible, los ecologistas proponen la ampliación del número de huertos urbanos y ecológicos, incorporando unas parcelas situadas junto a los pinares de las Dunas de San Antón.

Algunas localidades, como Villamartín o Jerez de la Frontera, se pueden considerar modélicas en la gestión de este tipo de explotaciones de proximidad, y constituyen modelos a seguir. Mientras tanto, la ordenanza deberá seguir su curso para que la regulación permita la adjudicación de las parcelas de Caja de Aguas y la posible puesta en marcha de otras. Con ello, El Puerto se podrá situar en el nivel que le corresponde, recuperando la tradición de cultivar en sus fértiles arenas y facilitando una alternativa de ocio y producción para los tiempos de nueva normalidad.