El pleno extraordinario y solemne celebrado ayer tuvo un sabor agridulce. Apenas 25 personas asistieron al acto celebrado en el teatro municipal Pedro Muñoz Seca, con aforo para más de 600 espectadores, y eso que cuando se lee el listado de adhesiones a la propuesta para la concesión de la Medalla de Oro de la Ciudad, fueron numerosas las entidades, colectivos y ciudadanos que suscribieron dicha propuesta. ¿Dónde estaban ayer los firmantes de estas adhesiones? Salvo honrosas excepciones, muy pocos de ellos se dejaron ver ayer por el teatro. Quizás sea un buen momento para replantearse este tipo de actos solemnes, más propios quizás de otras épocas, y reconocer la labor de quien así lo merezca de una manera menos pomposa y con más compromiso.