Tras la controversia levantada a raíz del realojo de una familia conflictiva en el grupo de viviendas sociales de La Inmaculada, el concejal de Vivienda, Antonio Jesús Ruiz, ha asegurado que acabarán desahuciándola. A no ser que el comportamiento problemático de esta familia cambie de un día para otro. Y se que, como sostiene, el responsable municipal de Vivienda, el Ayuntamiento tomará "medidas contundentes" contra aquellas personas que hagan uso de las viviendas públicas sociales de la ciudad y no respeten las normas básicas de mantenimiento y de convivencia. "No vamos a dejar que se sigan aprovechando de las viviendas públicas", sentenciaba.

Antonio Jesús Ruiz señalaba ayer que "los ciudadanos tiene derecho a una vivienda digna, pero también tienen deberes". "Tienen la obligación de mantener su vivienda en condiciones dignas", añadió. Por eso, el edil ha señalado que primero se le da vivienda a las familias que lo necesiten (tarea que no es fácil, debido a la gran carencia de viviendas públicas en la ciudad), y luego se les presta atención desde los servicios sociales. Sin embargo, en este caso concreto, se trata de personas que ni mantienen la vivienda en condiciones, ni trata de aceptar la convivencia con el resto de vecinos, y lo que es peor, no aceptan los servicios sociales. "Son personas que llegan a agredir a los trabajadores sociales", puntualizaba ayer Ruiz.

El realojo de esta familia en cuestión no es un caso aislado en la ciudad, pero sí ha sido el más problemático, pues los vecinos ya habían advertido en muchas ocasiones lo que podía ocurrir con la política de realojos que se lleva a cabo desde el Ayuntamiento. Los propios vecinos, a través del presidente de la asociación vecinal, se han quejado en repetidas ocasiones de que la barriada de La Inmaculada se está convirtiendo en un nuevo núcleo de chabolismo vertical y de marginación merced a los realojos de familias conflictivas que provienen de otros barrios ya deteriorados.

Los miembros de la asociación de inquilinos de viviendas públicas van más allá y aseguraban hace unos días que La Inmaculada, al igual que Los Milagros, ya no tienen solución, después de que hayan sido infectados por estas contadas familias problemáticas. De hecho, esta asociación apuntaba que el Ayuntamiento y sus servicios sociales conoce perfectamente a las "ocho o diez" familias que causan este tipo de conflictos en los barrios, por lo que deberían haber evitado su realojo en una barriada ya de por sí en proceso de deterioro por culpa del narcotráfico y marginación.

Por su parte, la portavoz de IU reseñó hace unos días que su formación "siempre ha defendido la necesidad de dispersas a estas familias, sin haber presionado al Gobierno local otra alternativa que no fuera esa". Igualmente, apuntó que "en las viviendas vacías de La Inmaculada se deben alojar familias normalizadas, para contrarrestar la grave situación que viven los vecinos".

Lo que quedará por saber es qué sucederá con la familia que sea desahuciada por los servicios sociales.