No hay portuense que pase por la avenida de la Bajamar sin echar un vistazo al que fuera uno de los símbolos no solo de El Puerto, sino de la Bahía de Cádiz, el Vapor Adriano III.

Desde hace años, tras su reflotación después de su hundimiento a finales de agosto de 2011, la nave se encuentra aguardando mejores tiempos en el antiguo Varadero Guadalete, muy cerca del muelle del Vapor que ahora se encuentra huérfano, sin la presencia del pinturero barco que inspirara a Paco Alba su célebre pasodoble.

La proa del Adriano III aguarda tiempos mejores para volver a navegar.

Son ya tantos años de abandono, viendo su deterioro progresivo, que ya pocos creen en que la nave pueda volver a resurgir, pero ahora podría abrirse una nueva etapa de la mano de la colaboración entre las instituciones y el armador del barco, el empresario Manuel Ramos, si fructifican las conversaciones que ya están en marcha desde hace algunos meses.

Manuel Ramos, cuya sociedad Motonaves Adriano compró el barco con el objetivo de recuperarlo y destinarlo a usos turísticos, nunca ha cejado en el empeño, a pesar de los reveses que ha sufrido en todo este tiempo.

Durante estos años ha estado a punto de tirar la toalla en alguna ocasión, pero entre batalla y batalla ha ido ganando pleitos y cerrando expedientes, de manera que el barco sigue en su sitio, a pesar de su deterioro, como un recordatorio a propios y extraños de que algo hay que hacer.

Tras muchas conversaciones entre las instituciones implicadas y la propiedad, hasta ahora siempre a través de los responsables de Turismo, la llegada de un nuevo Gobierno a la Junta de Andalucía ha supuesto un cambio en la manera de entender este asunto, de manera que el nuevo gobierno andaluz de PP y Ciudadanos entiende que el futuro del Vapor se debe abordar desde las competencias de Cultura.

Tras varias reuniones cuyo objetivo ha sido buscar una salida para el Vapor, Manuel Ramos afirma que ha encontrado “receptividad” en los nuevos gestores de la Junta y se está trabajando en un convenio público-privado para que el barco pueda ser reparado y pueda volver a navegar, con fines turísticos y no de línea de transporte regular.

En las conversaciones han participado hasta ahora la propiedad del barco y responsables de la Consejería de Cultura y de Patrimonio de la Junta, aunque también se quiere tener como interlocutor al Ayuntamiento de El Puerto.

El nuevo gobierno de la Junta estudia incluir una partida para el Vapor en el presupuesto de 2020

Según avanzó Manuel Ramos a este periódico, la Junta de Andalucía podría incluso fijar una partida económica dentro de los presupuestos para 2020, de manera que existiera ya un compromiso firme para la recuperación de la emblemática nave.

El propietario cifra la inversión necesaria para que el Adriano III vuelva a surcar la Bahía entre los 360.000 y los 400.000 euros, una cantidad que considera asumible para recuperar un símbolo que nunca debió perderse.

El deterioro de la madera es evidente, pero tiene solución, según el armador.

El plazo necesario para la reparación del barco, una vez se establezcan los términos de la colaboración público-privada, se podría fijar entre seis y ocho meses, según el dueño de la nave, que dispone de los planos originales del barco y que considera que a pesar de su deterioro “la madera se cambia”. En cuanto al motor, “ya no valía”, explica Ramos, ya que se echó a perder con el naufragio.

En estos momentos tanto la Dirección General de Patrimonio de la Junta, como la Consejería de Cultura y la propiedad de la nave se encuentran a la espera de mantener una reunión que cuente con la presencia también del nuevo alcalde de El Puerto, Germán Beardo, ya que la idea es que el Ayuntamiento portuense también participe en los planes para esta nueva etapa de la embarcación. Manuel Ramos destaca también el interés que se está tomando en este proyecto la nueva delegada territorial de Cultura de la Junta en la provincia, Mercedes Colombo.

El Vapor Adriano III sigue en el dique seco, en el antiguo Varadero Guadalete, a la espera de los planes de futuro que le puedan sacar de su lamentable estado.

De momento no hay fecha para esta próxima reunión, pero el armador confía en que se pueda producir en breve, una vez que se cierre la organización del nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento portuense.

En el caso de la participación municipal, el empresario Manuel Ramos señala que la colaboración del Ayuntamiento de El Puerto en los planes de recuperación de la nave no tiene por qué ser económica, sino de otro tipo a través de acuerdos cuyo objetivo sería promover entre la ciudadanía el conocimiento del Vapor y su vínculo con la ciudad.

Si este acuerdo finalmente fructificase, habría vencido la tesis que siempre ha sostenido Manuel Ramos, que afirma que el Vapor no es solo un bien privado sino que está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y como tal, la administración tiene también una responsabilidad en su mantenimiento y conservación.

Y es que hasta ahora, la declaración como BIC del Vapor ha sido más un lastre que una ventaja, ya que cuando se tramitó la primera reparación de la nave  todo fueron obstáculos por parte de la administración ya que el barco debía cumplir con las nuevas normas legales de accesibilidad y ambientales, pero sin poder cambiar ni un ápice su estructura ni su fisonomía. El barco ya no cumplía la normativa necesaria para navegar.

La recuperación del Vapor supondría un golpe de autoestima para El Puerto

Para Ramos, la recuperación del Vapor supondría además un golpe de autoestima para El Puerto, porque su actual estado no deja de ser un recuerdo constante de que la ciudad ha vivido tiempos mejores.

“Nosotros siempre hemos defendido que restaurar el barco será una oportunidad para El Puerto y creemos que la administración debe involucrarse”, explica el dueño del barco, quien recuerda que “la identidad etnológica del Vapor se vincula con El Puerto, es algo que no se puede perder. El centro de la ciudad está abandonado, todo se eterniza... el turista que viene al Puerto busca la historia, la cultura, busca emociones. El Vaporcito es el vínculo de El Puerto y de la Bahía con el mar y El Puerto no puede perder su identidad”, defiende Ramos.

Los abogados de Motonaves Adriano siempre han defendido, ante los expedientes administrativos que se les han abierto en estos años, por el deterioro de la nave, que “la Ley de Patrimonio Histórico nos ampara. El dueño de un BIC no puede asumir toda la responsabilidad cuando se trata de un símbolo, no se puede cargar el muerto a la propiedad”, porque consideran que también las administraciones que tienen mucho que decir.

El Muelle del Vapor sería el punto de atraque natural para la embarcación, según la propiedad.

Por poner un ejemplo, el armador del Vapor reivindica que la nave pueda utilizar en el futuro el muelle que lleva su nombre, ya que como recuerda “la declaración como BIC vincula a la nave con el muelle de las Galeras Reales”. Por eso, entre otras cosas, se ha mantenido también durante estos años el pulso entre propiedad y administraciones para dejar el barco en su actual ubicación del ya inactivo varadero, cerca del Muelle del Vapor, como recordatorio de que la nave debe ser reparada y debe volver a su enclave natural. Y es que al parecer, uno de los problemas para este regreso, de cara al futuro, serían los planes de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) de construir una pasarela que partiría justo desde Las Galeras. Para la empresa Motonaves Adriano el Vapor no puede desligarse de su atraque, ya que como recuerdan la declaración como bien etnográfico está estrechamente vinculada a ese enclave.

Ahora, tras años de peleas entre propiedad y administraciones, parece que la sintonía ha cambiado y soplan buenos vientos para recuperar lo que nunca se debió dejar morir.