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El Puerto

Urbanismo clausura tres de las diez viviendas de la finca de Santa María

  • Dos están destrozadas por el desplome y la tercera presenta peligro para su inquilina, que tiene una grave enfermedad mental y no tenía ni luz ni agua en el piso · La labor de desescombro comenzó ayer

Tres de las diez viviendas que conforman la finca ubicada en el número 4 de la calle Santa María, que el pasado viernes sufrió el desplome de dos de los pisos, permanecerán clausuradas tras la visita realizada ayer por los técnicos municipales de Urbanismo. Dos de estas viviendas son, lógicamente, las que resultaron afectadas por el desplome, mientras que la tercera es una de las casas colindantes. Esta vivienda estaba ocupaba por una mujer con una grave enfermedad mental y al parecer el piso estaba sin luz ni agua desde hace ya algún tiempo, mientras que las vigas estaban completamente oxidadas y el techo de la vivienda se encontraba en muy mal estado.

Hasta el día de ayer la mujer ha estado con unos familiares pero su caso ha pasado ya a manos del área de Bienestar Social, que se encargará de estudiar su situación personal y económica, ya que la mujer al parecer podría tener problemas para vivir sola, dadas las condiciones en las que se encontraba la vivienda, que en los meses más lluviosos también ha tenido filtraciones de agua. Se da la circunstancia de que en la misma finca viven varias personas con problemas mentales.

El resto de los vecinos pudieron volver a sus casas en la tarde de ayer, tras un fin de semana de incertidumbre. La casa más afectada tendrá que ser sometida a una importante rehabilitación, comenzando por el apuntalamiento de los techos y sustituyendo las viejas vigas oxidadas por otras nuevas.

Por otro lado, el área municipal de Urbanismo emitirá hoy mismo la orden mediante la cual mandará la ejecución de las medidas necesarias por parte de los propietarios, de forma que se restablezca cuanto antes la seguridad en el inmueble, con la realización de las tareas de mantenimiento y conservación que sean necesarias.

El pasado domingo los propietarios de las viviendas mantuvieron una reunión a la que también asistió la propietaria de la finca que sufrió el derrumbe del techo, arrastrando consigo también al piso inferior. La reunión de los vecinos con la dueña de la casa fue bastante tensa, ya que la mujer había denunciado hace meses el estado de su vivienda en el área de Urbanismo, pensando que debía ser la comunidad de propietarios la que se hiciera cargo de la reparación. Urbanismo emitió a mediados del mes de mayo un informe mediante el cual instaba a la propietaria a ejecutar de inmediato las mejoras, ya que de otra forma el inmueble podría venirse abajo, tal y como al final ha sucedido.

Cristina Velázquez, una de las vecinas desalojadas el pasado viernes, explicaba a este periódico tras haber podido acceder por fin a su vivienda que su casa estaba "perfecta", y aseguraba que no tenía ningún miedo a volver a ocupar el edificio ya que los arquitectos que lo visitaron habían dado su visto bueno. "En esta casa nací yo y me hubiese dado mucha pena tener que dejarla", explicaba, aunque sabe que ahora los vecinos tendrán que realizar un importante desembolso económico hasta que se determine quién tiene que asumir la responsabilidad del derrumbe.

Mientras tanto, se ejecutan las labores de desescombro de la panadería ubicada en los bajos de la finca, que de momento no podrá reanudar su actividad teniendo en cuenta cómo han quedado las instalaciones. Tampoco está funcionando el garaje situado junto a la finca, ya que mientras duren los trabajos de retirada de escombros y apuntalamiento no se podrá dejar allí ningún vehículo.

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