El Puerto

Trabajadores de la limpieza preparan una huelga para finales de este mes

  • Los paros en la recogida de basura serían entre el 22 y el 29 de agosto

  • Esta situación supone el último recurso de los convocantes, quienes desean llegar antes a un acuerdo con la empresa

La sombra de una huelga de basura entre el 22 y el 29 de agosto planea sobre la ciudad. Así lo ha asegurado el Comité de Empresa de FCC, la concesionaria encargada actualmente de llevar a cabo los servicios de limpieza en la ciudad. Finalmente, la gota colmó el vaso. Desde el 1 de diciembre de 2017, fecha en la que entró en vigor la nueva concesión, los problemas entre la compañía y sus trabajadores no han hecho más que aumentar. Ya, incluso durante el verano, se han podido ver distintos episodios puntuales en los que la ciudad ha aparecido más sucia de lo común, debido a las diferencia de opiniones entre ambos grupos. A ellos, en esta historia, se les suma un tercero en disputa: el Ayuntamiento, organismo que paga religiosamente sus facturas a la empresa y que está en medio de los dos, intentando encontrar una solución. No obstante, ni las reuniones ni las buenas intenciones han conseguido acabar con los problemas.

Ahora, tras reunirse en asamblea esta semana, los trabajadores han decidido plantarse. "Nosotros queremos que la empresa se siente y cierre todo estos temas de alguna manera", explica Javier Espinar, presidente del Comité de Empresa. El primero de los punto de conflicto en esta relación pasa, según la opinión de los trabajadores, por el incumplimiento por parte de la empresa de algunos artículos del estatuto y del convenio colectivo, en concreto los que hacen referencia a los turnos y los horarios de trabajo. "Nosotros somos aproximadamente unos 256 trabajadores fijos. De ellos, unos 130 estamos a tiempo completo y el resto a tiempo parcial", explica Espinar. "Consideramos que con los trabajadores a tiempo parcial estamos trabajando con turnos que son ilegales ya que, entre una jornada y otra tiene que haber 12 horas de descanso", explica el representante quien asegura que, en su caso, acabó su turno ayer a las 21:30 horas y ha entrado de nuevo a su puesto laboral hoy, a las 06:00 horas. Así mismo los trabajadores también explican que los contratos a tiempo parcial "son un tipo de contratación estipulado para una serie de días concretos, como por ejemplo los fines de semana". "Los compañeros que están en esta situación están trabajando fuera de esos días especiales, durante los días de la semana e incluso fuera de las temporadas de trabajo de verano".

El lunes ambas partes con el Ayuntamiento negociarán en Cádiz los servicios mínimos

No obstante, el asunto no acaba aquí. Los vehículos de trabajo también llevan repaso. Algunos de los trabajadores, según explica Espinar, han llegado a sufrir situaciones de gran estrés durante los servicios de recogida, ya que más de uno se han encontrado solos en la calle, en plena faena de trabajo, con vehículos de grandes dimensiones que no arrancaban, o bien que incluso han salido ardiendo. Parece mentira que el transporte y la movilidad de este sector sea uno de los puntos más conflictivos cuando hace apenas un mes, el Ayuntamiento celebraba a bombo y platillo la incorporación de nuevos vehículos que harían más fácil y llevadera la labor de estos profesionales. Hasta las alegrías son ya fuente de problemas. En este caso el rizo se riza aún más debido a que los trabajadores reclaman un plus por el uso de los nuevos triciclos: Por un lado, los trabajadores dicen que los triciclos deben ser considerados como el resto de vehículos y que, por lo tanto, deben cobrar un plus por su utilización (valorado en poco más de euro y pico). Por el otro, la empresa dice que no, que deben ser considerados simplemente como una herramienta de trabajo que ayuda al empleado. Y aquí es donde no se ponen de acuerdo. A ello hay que sumarle otros roces, como es el caso de dos oficiales de taller que, por el momento están suspendidos de empleo (pero no de sueldo), mientras la empresa lleva a cabo las labores de investigación antes de resolver los dos expedientes que les han sido abiertos, o el caso de una compañera donde el Comité reclama que, tras diez años como trabajadora eventual, debe de ser contratada.

Entre uno y otros al final la casa queda sin barrer y los verdaderos perjudicados son los vecinos y habitantes de El Puerto. De ello son muy conscientes tanto la empresa como los trabajadores. Ambas partes y el Ayuntamiento se reunirán el próximo lunes en Cádiz para negociar los servicios mínimos. En este aspecto hay que declarar que el pasado mes de julio, durante los días que la ciudad presentó un aspecto bastante sucio, tanto el alcalde David de la Encina como José Luis Bueno, concejal de Medio Ambiente, fueron bastante serios y tajantes. "Si nos volvemos a ver las tres partes es cuando el Ayuntamiento ejercerá al cien por cien todo lo que podamos accionar dentro del pliego. No es una amenaza, sino una garantía", explicaba el alcalde. Es normal. El que paga puede exigir. Durante aquella crisis puntual también se creó un gabinete o comisión especial para asegurar que la situación no se volvía a repetir, de manera que los teléfonos del alcalde, el del concejal, los de los responsables de Medio Ambiente, los de los representantes de FCC y los del Comité estarían en todo momento conectados por si, en algún momento, hacía falta solucionar algo de urgencia. No sabemos qué pasaré el lunes, aunque se espera que puedan llegar a encontrar una solución. De no ser así, esta vez seguro que los teléfonos de más de uno van a echar humo.

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