Mi querido Faly, al final llego, y me cuesta creerlo, aunque ya se presumía iba a llegar desde hacia tiempo. Nos has dejado y te marchas directamente al cielo, donde seguro que con tu siempre fiel máquina de hacer fotos colgada en tu hombro, tendrás mejores perspectivas fotogénicas que las que de un tiempo a esta parte tenemos en nuestra querida y a la vez desolada España.

Te voy a echar mucho de menos, mi querido amigo, es más, me atrevo a asegurar que te va a echar de menos toda la ciudad. A tu querido Puerto le va a parecer muy raro no ver desde ahora tu siempre grande imagen, deambulando por la Feria, el Carnaval, o cualquier evento que se preciara, buscando la instantánea de la foto, con la que tan honradamente te ganabas la vida.

Han sido muchos años juntos compañero, desde nuestra época con el mítico barco Cutty Sark del que eras fotógrafo, hasta la última vez que te pedí vinieras a hacer las fotos del bautizo de mi primer nieto, ya que tanto para mí como para mis hijos eras uno más de la familia.

Los ciudadanos de esta gran ciudad en la que naciste y viviste siempre te tendremos presente, ya que tu peculiar forma de ser, tus comentarios, fruto de tu siempre sabia "ironía" y los grandísimos "adjetivos calificativos" con los que nombrabas a ciertos personajes, aparte de ser todo un compendio de señorío, de saber estar y de mucho arte, ya nunca más los volveremos a escuchar.

La única satisfacción que me deja tu marcha es que se que te vas a encontrar en ese cielo inmenso donde vivirás desde ahora a muchos de tus queridos paisanos con los que te une una buena y gran amistad. Con ellos velarás por vuestras familias y por qué no, Faly, por todos nosotros.

Descansa en paz compañero y amigo, descansa en paz.