Ocho y media de la mañana. Hay convocada una sesión de pleno extraordinaria y urgente para aprobar la solicitud de un préstamo por valor de cuatro millones de euros para renovar el alumbrado de la ciudad. Es la hora y están en sus puestos todos los concejales de la oposición, doce, mientras que faltan tres del equipo de Gobierno. La oposición reclama al alcalde que dé comienzo la sesión, que tienen cosas que hacer y no están liberados. El alcalde accede y se procede a votar la urgencia: diez votos a favor y doce en contra. Resultado: el pleno no se puede celebrar.

La importancia del asunto era alta ya que ayer era además el último día para poder optar al préstamo, una convocatoria que por otro lado llevaba un año en vigor.

De los tres ediles ausentes uno de ellos, Antonio Fernández (IU), llegaba diez minutos tarde, ya con la sesión levantada, mientras que Silvia Valera (PSOE) estaba enferma y María Eugenia Lara (PSOE) tenía una cita médica.

A lo largo de la mañana la oposición expresó su malestar por lo ocurrido, lamentando que el equipo de gobierno no se tome en serio los plenos y recordando que ellos, no liberados, estaban todos a su hora en su escaño.

Ante la necesidad de sacar adelante el punto ayer mismo, para poder optar a este préstamo importante para la ciudad, el equipo de gobierno convocó de nuevo el pleno para las doce de la mañana, celebrándose en esta ocasión sin la presencia del PP (que no acudió a propósito por lo ocurrido anteriormente) ni de Carlos Coronado (por motivos laborales). Así, el punto salió adelante con los votos del equipo de gobierno y los dos ediles de Ciudadanos.

Quizás no contaba el equipo de gobierno con la presencia en el pleno de ayer del popular Alfonso Candón (cuya participación en los plenos hasta ahora había sido prácticamente nula debido a su condición de diputado en Madrid) ni de Carlos Coronado, que por su trabajo como profesor no puede acudir en algunas ocasiones a los plenos matinales.

Tras el fallido pleno de las ocho y media el Partido Popular ofrecía una rueda de prensa en la que valoraba la situación. Para el presidente del PP local, Alfonso Candón, lo ocurrido fue "una falta de respeto de este tripartito no solo a los grupos de la oposición sino a toda la ciudadanía de El Puerto. Lo que se ha vivido en el pleno ha sido un auténtico desastre. El tripartito ha hecho el ridículo y ha demostrado una vez más que este Gobierno está dormido", afirmó.

Además Candón considera que la convocatoria del pleno "ha sido de una incompetencia y de una falta de seriedad asombrosa. Primero nos avisaron por whatsapp de que probablemente habría un pleno, luego un correo electrónico de avance, lo convocaron y lo desconvocaron y finalmente, se volvió a convocar a última hora, con menos de 24 horas de antelación. El tripartito está envuelto en un tremendo caos administrativo", afirmó.

Durante el segundo pleno de la mañana la portavoz de Ciudadanos, Silvia Gómez, también lamentó la falta de seriedad primero en la convocatoria y después en la celebración del pleno, si bien decidieron acudir a esta nueva sesión "por responsabilidad".

Durante la sesión el concejal Antonio Fernández pidió disculpas por su retraso, que achacó a motivos personales, mientras que el portavoz del PSOE, Ángel González, lamentó "el bloqueo de la oposición" al desarrollo del pleno en primera instancia, al no votar a favor de la urgencia. El edil de Levantemos Javier Botella también calificó de "circo" lo ocurrido, mientras que al cierre del pleno (donde la propuesta salió adelante finalmente) el alcalde volvió a pedir disculpas por lo "desacertado" de la convocatoria, si bien quiso poner el acento en la importancia que este proyecto tendrá para la ciudad.

El préstamo al que aspira el Ayuntamiento se podrá devolver en nueve años sin intereses, por valor de cuatro millones de euros, y servirá para la mejora energética de más de 6.000 puntos de luz con un ahorro energético anual estimado de 550.000 euros. El PP, por su parte, planteó en la rueda de prensa algunas dudas sobre el proyecto, por ejemplo si se podrá actuar en zonas aún no recepcionadas por el Ayuntamiento. También alertó la formación de que la memoria del proyecto contempla reducir la potencia de las instalaciones de alumbrado entre un 30% y un 80%, lo que según ellos afectará a la calidad lumínica de la ciudad.