Uno de los grandes objetivos que se marca el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que fue aprobado de forma provisional la pasada semana, es la mejora de la accesibilidad y el favorecimiento de una "movilidad sostenible". De hecho, en un decálogo de problemas urbanísticos del municipio que presentó en 2007 la empresa Territorio y Ciudad, redactora del futuro ordenamiento, advertía de que El Puerto adolecía de una "articulación territorial deficiente". Como principales problemas marcaba el uso de vías interurbanas (caso de la Variante de Rota) para usos urbanos, la deficiencia de las conexiones de la ciudad con este tipo de carreteras y un uso "indiscriminado" del automóvil ante la falta de un transporte urbano de calidad, entre otros.

Esto motivó que una de las mesas de participación que organizó el Área de Urbanismo y el equipo redactor estuviera dedicada casi en exclusiva a la movilidad. Además, el equipo de Gobierno ya había encargado a la empresa del urbanista José Luis Cañavate un estudio de tráfico de la ciudad que se ha incorporado al nuevo ordenamiento.

Ahora, la propuesta del PGOU incluye una serie de propuestas que tratan de dar solución a estos problemas de movilidad. Pero estas líneas de actuación no van encaminadas únicamente a una mejora de la infraestructura viaria actual sino que trata de implantar un modelo de movilidad completamente distinto al existente actualmente (basado fundamentalmente en el vehículo particular). Para ello, Territorio y Ciudad considera fundamental resolver esto mediante "una adecuada planificación urbanística que cree proximidad, una gestión integral del sistema de transporte público y establecer paulatinamente restricciones a la utilización del vehículo en los núcleos urbanos consolidados" proyectando también grandes reservas para estacionamientos .

En lo que se refiere a la infraestructura viaria, el nuevo Plan General plantea como estrategia su "jerarquización", esto es, una redistribución del tráfico entre las vías actuales y nuevas para evitar deficiencias tales como la mezcla del tráfico interurbano como el urbano que se produce hoy día en algunas zonas.

Una de las necesidades que plantea el PGOU es la progresiva conversión a urbana del tramo de la Variante de Rota (A-491) comprendido entre los depósitos de la Campsa y el polígono Las Salinas. Para el equipo redactor, esta vía debe dejar de ser un lugar de paso entre la Bahía y la Costa Noroeste para convertirse en una de las principales accesos y vías distribuidoras del tráfico en la ciudad. Para ello, considera fundamental la construcción de una variante de la Variante que ya plantea el Plan de Ordenación del Territorio de la Bahía de Cádiz (POTBC) y que discurriría entre las inmediaciones del tecnoparque Bahía de Cádiz y la Carretera de El Portal (A-2002), para su posterior entronque con la Variante de los Puertos (A-4). Esta nueva carretera serviría de conexión para canalizar todo el tráfico procedente de la Costa Noroeste en dirección a la Bahía y, de este modo, permitir que la Variante de Rota tenga un uso más urbano.

En cuanto a la creación de nuevas vías urbanas, una de las más importantes será la creación de una ronda periurbana que conectará los polígonos de Las Salinas con la Costa Oeste. Ésta servirá, además, de limite de crecimiento de la ciudad durante la vigencia de este planeamiento. Su construcción se proyecta por fases conforme se vayan desarrollando los suelos y legalicen los diseminados de su entorno.

Asimismo, y tal y como se aprecia en el gráfico que ilustra este artículo, se han previsto una serie de nuevas vías transversales (en sentido tanto norte-sur como este-oeste) para mejorar las conexiones entre la ciudad existente y los nuevos desarrollos así como con las vías interurbanas. Todas estas nuevas avenidas se diseñan en el PGOU para que alberguen una alta capacidad de tráfico y puedan descongestionar zonas tales como la avenida de Sanlúcar, la de Fuentebravía y la antigua travesía de la N-IV.