Llegó el primer fin de semana de temperaturas veraniegas, después de un mayo fresco y lluvioso, dando paso a que las playas portuenses presentaran la estampa habitual de los domingos de junio, con la arena a rebosar, las calles aledañas llenas de coches y los quioscos de helados a pleno rendimiento. Eso sí, algunas de las playas aparecían con signos de estar todavía en obras, como el caso de La Puntilla, el Aculadero y Fuentebravía.

Pero al menos, el inicio anticipado de la temporada de playas ha contado, tal y como estaba anunciado, con el dispositivo municipal de salvamento y socorrismo en playas, tras cambiar este pasado jueves, la empresa concesionaria del servicio. Una de las intenciones del Ayuntamiento, precisamente, era la de adelantar la fecha de inicio del dispositivo a este fin de semana para garantizar la seguridad de los bañistas, ya que oficialmente la temporada de verano no comienza hasta el próximo domingo. No en vano, el concejal de Protección Civil, Carlos Montero, se refería hace unos días a un informe en el que se aconsejaba establecer el dispositivo a partir de este fin de semana dadas las previsiones climatológicas que podrían dar lugar a un lleno en las playas. No obstante, el dispositivo se ha puesto en marcha a medio gas, habiendo socorristas en algunos puntos, pero habiendo lugares sin vigilancia como Fuentebravía.

El cambio de última hora en la gestión del socorrismo en playas no ha estado exento de polémica. La anterior concesionaria, GSC (que actualmente controla el mantenimiento de playas) decidió hace un mes deshacerse del contrato que ostentaba desde 2000, al enterarse de que tenía que facturar sus cobros descontando el 16 por ciento de IVA (algo que no ha hecho desde 2006, cuando renovó la concesión municipal por última vez, y que le ha impedido cobrar desde entonces). Al no serle rentable, GSC decidió ceder el contrato a otra empresa el 30 de mayo, en una extraña maniobra que ha contado con el visto bueno de Intervención y de Secretaría municipal. La urgente cesión, que no gustó a ningún partido de la oposición, ni siquiera al alcalde, permitirá al Ayuntamiento ahorrarse las deudas por demora que le debía a la empresa (unos 60.000 euros) y ya sólo le tendrá que abonar 530.000 por los servicios realizados en los últimos dos años. Curiosamente, GSC obtuvo el servicio de socorrismo en el 2000, también a través de una fulminante cesión del contrato de la empresa que gestionaba el servicio hasta entonces. En aquella ocasión, al igual que ahora, se levantó cierta polémica, por el oscurantismo y premura que rodearon la maniobra de cesión, en la que el Gobierno local no pudo más que aceptar la voluntad de las empresas en liza.