La familia de María Ramírez Dávila, una joven estudiante de 18 años, con parálisis cerebral y una discapacidad física del 82%, ha querido exponer su caso al haber recibido la negativa de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía para la contratación de un cuidador que se encargara de ayudar a la joven, sobre todo en los traslados entre su domicilio y el centro escolar, ya que sus padres trabajan los dos en horario de nueve y media de la mañana a cinco de la tarde. La joven, que el año pasado finalizó 4º de ESO en el instituto Mar de Cádiz, se encuentra ahora matriculada en el centro concertado Safa-San Luis, en un ciclo formativo de grado medio. Puestos en contacto con la Consejería de Educación, a principios de este curso, para la solicitud de un cuidador, desde la administración educativa se explica a la familia que no pueden contar con esta ayuda, al estar la alumna matriculada en un centro concertado. Mientras tanto, en Safa les dicen a los padres que aunque el centro tiene previsto adaptar un servicio para discapacitados, no tienen recursos económicos para contratar a un cuidador.

Así las cosas, y con ya más de medio curso transcurrido, María acude a clase gracias a la colaboración de familiares y amigos de la familia, ya que desde la Junta las opciones que les dan son que vuelva al IES Mar de Cádiz (donde no imparten el ciclo que ella cursa y que ha elegido) o que se matricule en el IES Tejada (donde sí imparten el ciclo que ella ha elegido pero cuyas aulas no están adaptadas para una persona en silla de ruedas. A los padres de María les parece "una vergüenza que nos dejen desatendidos de esta manera. Es muy bonito hablar de integración escolar y de normalización, pero cuando se pasa de la enseñanza obligatoria ya no es responsabilidad de la administración", se quejan.

Por su parte, desde la Delegación Provincial de la Junta de Andalucía reconocen que la alumna puede necesitar un monitor de educación especial, pero señalan que no pueden contratarlo para que desempeñe sus funciones en un centro concertado. También recuerdan desde la Delegación que a esta alumna se le han proporcionado durante su etapa en el colegio público Valdelagrana, primero, y después en el IES Mar de Cádiz todas las ayudas técnicas necesarias y un monitor de educación especial para su asistencia, algo que insisten en que sí sería posible en un centro público, y animan a la familia a trasladar a su hija al IES Tejada, asegurando que si no es accesible se podrían hacer las mejoras necesarias para ello.