El pasado viernes, Festividad de la Virgen del Carmen, fue una ocasión muy especial para las hermanas comendadoras del Espíritu Santo.
El recientemente ordenado sacerdote jesuita Íñigo Merello Terry oficiaba en la iglesia del convento su primera eucaristía en solitario, algo en lo que habían insistido mucho las hermanas, que han seguido muy de cerca desde sus comienzos la trayectoria de este joven portuense, hace ya doce años.
Íñigo Merello fue ordenado sacerdote a finales del pasado mes de junio en la Catedral de Valladolid. En esta celebración en el convento le acompañaron también algunos familiares y amigos, así como las religiosas, que no podían ocultar su emoción.
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