Entramos en plena época veraniega y bañistas y asiduos a las playas de El Puerto pueden comprobar el excelente estado de nuestras costas, muchas de las cuales tienen el distintivo de la bandera azul que acredita la calidad de las mismas en materia de limpieza, gestión ambiental y seguridad. Ocurre que las playas portuenses no serían las mismas sin sus paseos, algunos de los cuales han recibido críticas por parte de usuarios y de los establecimientos ubicados en la zona.

Es el caso del paseo del Aculadero, cuyo estado, sobre todo en el tramo último que después conecta con Puerto Sherry dejando a un lado el pinar ha sido objeto de reproches por parte de algunos portuenses.

En este sentido, las protestas van encaminadas al abandono del paseo en horas nocturnas, al estado de una zona que al caer el sol apenas está iluminada y donde muchos drogadictos campan a sus anchas aprovechando la oscuridad del espacio colindante con el pinar. De este modo, la peligrosidad provoca la ausencia de turistas y de familias en el paseo.

"La Policía Local viene varias veces, pero no lo suficiente. Necesitamos más vigilancia policial. Aquí, por la noche, podemos ver el trapicheo y como algunos drogadictos consumen delante de nosotros", explica Luis Allés, propietario del chiringuito El Moro. Indignado ante la situación, nos comenta que "de las playas no nos podemos quejar, tienen un servicio bueno, pero este paseo tan bonito cambia durante la noche, hay vandalismo, muchos chavales pasan con las motos a toda prisa y no respetan ni a las personas mayores. Ya hemos sufrido varias veces actos vandálicos, y en la noche de San Juan tuvimos que hacer guardia para que no volvieran a rompernos los cristales del negocio".

No es el único hostelero que se ha quejado del mal ambiente que reina en el paseo por la noche. "Es una vergüenza, esto está muy abandonado", exclama el trabajador de un kiosko cercano. La zona del pinar puede observarse plagada de pintadas y con una ausencia significativa de iluminación. Los jóvenes, aprovechan estas circunstancias para realizar el botellón a pie de playa.

Sin embargo, no acaban ahí las quejas de los ciudadanos. Según otros asiduos, el problema reside en la falta de actividad cultural y turística destinada a los jóvenes en el paseo. "El tema es que aquí no se hace nada en verano. Solo tenemos la playa. No hay conciertos como en Cádiz ni tenemos oferta cultural. Si, las playas están muy bonitas, pero cuando se acaba el horario de playa esto se queda desierto", comenta Javier Pinto, un joven que frecuenta el Aculadero. Este es un reclamo que se demanda también desde los establecimientos. Responsables del restaurante Las Dunas sugieren considerables reformas en la zona: "Se podrían facilitar más aparcamientos para los turistas, acondicionarlo más, alumbrar todo el paseo, el tramo del Aculadero podría estar más bonito. El Ayuntamiento puede explotarlo mejor, traernos cultura, hacer un mercadillo, poner más kioskos… no hay mucha actividad", apunta uno de los encargados.

Otros, que prefieren mirar por el turismo en la zona, creen que es la falta de comercios importantes lo que hace que haya este abandono nocturno. "No tenemos un chiringuito a pie de playa porque la ley lo prohibe, pero en otras ciudades de España si que lo permiten. Aquí podriamos poner más chiringuitos que ofrezcan el pescado de nuestra tierra, eso atraería a los turistas", dice José Carrasco, un bañista de la zona.

Las infraestructuras también fallan. Es notoria la falta de fuentes que funcionen a lo largo de todo el paseo, cuestión polémica en esta época del año, cuando más aprieta el calor.

La problemática es de difícil solución porque exigiría un estudio de la situación actual con la correspondiente actuación municipal, así como la implicación de los negocios y asiduos del Aculadero. En cualquier caso, este tramo del paseo merece mejores condiciones de las que goza hoy día.