Las Hermanitas de los Pobres se van de la ciudad. La falta de vocaciones les impide continuar con la labor de atención a los mayores que venían desarrollando en El Puerto desde el año 1883, nada más y nada menos que 135 años de entrega y ayuda a los demás. No obstante, esta marcha no pasará desapercibida y la Corporación ha querido reconocer este trabajo altruista y desinteresado, entregando a la congregación la Medalla de oro de la Ciudad.

Fue en mayo de este año cuando se aprobó el acuerdo plenario para la concesión de esta medalla, después de una iniciativa presentada por el Partido Popular en el mes de enero y que fue respaldada por toda la Corporación.

135 años han estado las religiosas presentes en la ciudad, atendiendo a los ancianos más necesitados

El acto de entrega de la Medalla se celebró ayer a las siete de la tarde en el teatro municipal Pedro Muñoz Seca, aunque de forma inexplicable el aforo fue muy escaso, de apenas 25 personas. No obstante, los portavoces de los diferentes grupos dieron lectura a sus discursos sin inmutarse, como si no se sintieran ellos también un tanto incómodos por esta ausencia de respaldo popular al acto que se estaba celebrando. En el escenario, una imagen de la Virgen de los Milagros y tres enormes centros de flores naturales.

El encargado de abrir el acto fue el alcalde, David de la Encina, quien destacó que "en una sociedad injusta y deshumanizada, no hay ejemplo mas loable que el compromiso que habéis dado durante 135 años, no desde la limosna o la compasión, sino con el ejemplo. Habéis evitado que muchas personas tuvieran que pedir limosna, habéis dado cobijo y dignidad a los más vulnerables", recordó.

La portavoz de Ciudadanos, Silvia Gómez, recordó por su parte la presencia siempre amable de las hermanas en el Ayuntamiento cuando se acercaba la campaña de Navidad, para pedir alguna colaboración o entregar sus calendarios, que estaban sobre muchas de las mesas del Ayuntamiento y de muchos otros centros de trabajo de El Puerto.

"Sois el rostro más humano de la sociedad", les dijo, y lamentó que las religiosas se tengan que marchar de El Puerto por la falta de vocaciones. "Hoy nuestra ciudad debe darles las gracias por su entrega", dijo.

En su intervención, el portavoz de Levantemos El Puerto, José Antonio Oliva, reconoció el gran trabajo de esta congregación y su lucha por los mayores, "en una sociedad capitalista en la que priman el individualismo y la competitividad", destacando la labor de estas mujeres "que en una sociedad consumista dedicaron su vida a los pobres abandonados".

El portavoz del Partido Popular, Germán Beardo, alabó por su parte los valores de estas hermanas, así como su alegría, su entrega y su aceptación de las diversidades, recordando que su abuela fue una de las residentes del centro por lo que ha podido vivir esa labor en primera persona.

También Matilde Roselló, por parte de Izquierda Unida, rememoró vivencias personales de cuando siendo niña iba a visitar a sus "titis", las tías de su abuela, recordando el afecto con el que siempre trataban a los mayores.

Finalmente por parte del PSOE Ángel González les dio las gracias a las religiosas y les agredeció su paso por la ciudad, en la que "habéis dejado huella".

Por parte de las religiosas acudieron al acto la superiora, Carmen Gómez, y las hermanas Judith y María Concepción. Carmen Gómez recordó la llegada de las hermanitas a la Ciudad, hace 135 años, con un capital de 10 céntimos, aunque con la primera donación que recibieron ya acogieron a una pareja de ancianos, confiando siempre en la divina providencia.

Tras la entrega de la Medalla de Oro y el diploma acreditativo, los himnos de Andalucía y España pusieron fin a la sesión.