La iniciativa privada portuense se ha apuntado este fin de semana un nuevo tanto, esta vez de la mano del Oktoberfest celebrado en la Bodega de San José.

La apuesta, impulsada por la empresa Línea 2 y los establecimientos Zaccaría y Kapote, con el patrocinio de la firma cervecera Paulaner, ha congregado este fin de semana a numerosas personas no solo de El Puerto, sino de toda la Bahía y de la vecina ciudad de Jerez, destacando sobre todo en la tarde-noche del viernes la importante afluencia de ciudadanos norteamericanos, procedentes de la Base Naval de Rota.

La fórmula es sencilla: un escenario atractivo, gastronomía de calidad, buenas marcas y precios razonables, pero lo más importante es que alguien tire del carro y se arriesgue a organizar este tipo de eventos en la temporada baja turística, con meses como noviembre que históricamente suelen ser flojos en afluencia turística.

La música en directo es uno de los atractivos de esta cita.

Últimamente han sido varios los éxitos que se han anotado colectivos y empresarios que han apostado por dotar de contenido estos meses considerados “flojos” por la hostelería y el turismo. Así, a principios del mes de octubre la asociación portuense de Patchwork Menipatch daba el pelotazo y no solo traía hasta la ciudad a casi 2.000 personas, sino que organizaba una exitosa ruta de la tapa. También la asociación de mujeres con cáncer Bahía puso en marcha una ruta de tapas y los principales hosteleros de la ciudad reunían a cientos de aficionados a la gastronomía en las recientes Jornadas de la Sal y el Estero.

Uno de los grupos que ha disfrutado hoy sábado del evento.

Ahora, con este Oktoberfest que se podrá disfrutar hasta mañana domingo por la tarde, se demuestra una vez más que si se organizan cosas bien hechas y atractivas el público responde. El Puerto no está muerto, en absoluto. Sólo hace falta arrimar el hombro y ponerse manos a la obra. Lo demás vendrá por añadidura.