Empresarios del sector turístico y hostelero de Valdelagrana aseguran haber sufrido un considerable perjuicio con el dispositivo policial desarrollado este pasado fin de semana con motivo de la motorada. Así, con la intención de evitar que vuelva a ocurrir una situación similar el próximo año, los afectados están trabajando para constituirse en una asociación o plataforma. La unión de los empresarios perjudicados forma parte de un compromiso que alcanzaron con el concejal de Policía Local, Carlos Montero, en una improvisada reunión que se celebró el mismo fin de semana, después de que se produjeran momentos de tensión entre los propios hosteleros, vecinos y efectivos policiales.

La bajada de clientela se ha dejado sentir en toda la ciudad de forma generalizada, pero los establecimientos situados en esta zona de Valdelagrana consideran que los problemas que han sufrido les ha repercutido especialmente, de una manera significativa. Por ejemplo, el hotel Puertobahía, en pleno eje del conflicto, no ha llenado sus 330 habitaciones, a diferencia de otros años en los que, como explica su director adjunto, Javier Patrón, las reservas completaban la ocupación a falta de varios meses para la motorada. Otros, como el restaurante Nonna Mía, han perdido un 30 por ciento de beneficios con respecto al año anterior, según el encargado de este establecimiento, Juan Manuel Vargas.

La idea de constituirse en asociación está encaminada a que el colectivo pueda participar con antelación en el planteamiento de los futuros dispositivos policiales que se pongan en marcha. Además, serviría para que los empresarios y comerciantes estén mejor informados sobre los planes de la Administración, ya que, según se han quejado algunos de los afectados, fue sólo dos días antes de la motorada cuando conocieron el dispositivo previsto (otros aseguran que no recibieron información en ningún momento sobre la instalación de las vallas).

Los perjudicados coinciden en que el principal problema ha sido la instalación de vallas que cortaran el tráfico desde la rotonda de la avenida de la Paz hasta el paseo marítimo. El cierre al tráfico de este tramo de la calle, sumado a que el resto de la avenida, desde la carretera hasta la glorieta estaba en obras, y la cantidad de badenes instalados, ha supuesto las molestias de muchos visitantes que no podían entrar en esta zona, prefiriendo dirigirse a otras más accesibles, de acuerdo con los testimonios de varios de los empresarios afectados.

El viernes por la tarde, algunos hosteleros decidieron por cuenta propia retirar las vallas, dispuestas por la Policía Local, con la intención de dejar pasar a los moteros. Poco después, llegaron los agentes para controlar la situación y finalmente, al rato, apareció el responsable municipal de la Policía, Carlos Montero. Entonces, tras la reunión con los empresarios, que veían como perdían clientela, Montero aceptó que se abriera al tráfico parte del tramo afectado, en un solo sentido. Sin embargo, esta solución tampoco satisfizo completamente a los empresarios pues los visitantes seguían sin poder acceder con facilidad.

Según ha explicado el encargado del Nonna Mía, los hosteleros y comerciantes implicados en la constitución de esta plataforma quieren, por otra parte, mantener cuanto antes una reunión con el concejal de Policía Local, para analizar los sucedido el pasado fin de semana.