La zona situada entre la calle Valdés, avenida del Ejército y pintor Antonio Fernández Sevilla, se está transformando en el surtidor oficial de gasolina de los ladrones de El Puerto. En estas calles de nombres taurinos es difícil para los vecinos lidiar con los continuos robos de gasolina que están dejando sin una gota de combustible los coches de los residentes. Los ladrones actúan por la noche, se introducen debajo de los automóviles y tras manipular los conductos instalan una garrafa de varios litros y vuelven cuando consideran que puede estar llena, dejando después que siga corriendo el líquido, lo que forma grandes charcos inflamables, que constituyen un auténtico peligro. En la calle Quiebro en dos meses han vaciado el depósito del mismo coche tres veces, dejando la calle llena de gasolina en todas las ocasiones. En las calles adyacentes se han producido también numerosos robos, e incluso han aparecido bidones vacíos en una papelera, lo que han denunciado los vecinos ante la Policía Nacional, por los perjuicios que les ocasiona. Los afectados reclaman mayor vigilancia policial.