Los problemas de azúcar no fueron ayer obstáculo para que los residentes del piso asistido de la calle Nevería se saltaran las reglas por un día y disfrutasen de una espléndida tarta de chocolate. La ocasión bien lo merecía, ya que se celebraba el cumpleaños de Dolores Romo López, 'Tía Lola', una de las residentes del piso municipal que alcanzaba ayer mismo los cien años.

El alcalde, Enrique Moresco, la nueva edil de Bienestar Social, Mariola Tocino, y la edil saliente, Beatriz Fuentes, quisieron felicitar a la anciana, que se mostró reservada ante tanta visita pero también muy agradecida. Allí estaban también los trabajadores del piso y sus compañeros de residencia, unas catorce personas entre todas las cuales sumaban un importante número de años.

La sobrina de Lola, residente en Sevilla, se encontraba también junto a su tía en una fecha tan especial y recordaba cómo esta mujer ha luchado en la vida, tras haberse quedado huérfana con nueve años. Nacida en El Puerto, al quedarse sin sus padres residió en varias ciudades de la provincia con algunos familiares hasta que encontró trabajo con una señora que la trató como a una hija. Con ella se trasladó a la localidad extremeña de Miajada, donde vivió con ella hasta su fallecimiento. Esta señora, a la que tan bien atendió Lola durante su vida, le auguró poco antes de morir que "nunca te faltará el dinero". Y efectivamente, a Lola le ha tocado la lotería varias veces a lo largo de su vida, así como el sorteo de los ciegos, juegos de azar a los que es muy aficionada.

Una vez de regreso en El Puerto, Lola se colocó en el Cangrejo Rojo y allí trabajó hasta el momento de su jubilación. En el piso de Nevería reside desde el año 2004 y allí se siente querida por compañeros y cuidadores, que ayer brindaron por ella con un sorbito de cava, después de disfrutar de una merienda por todo lo alto.