El Ayuntamiento ha trasladado a la empresa concesionaria del piso asistido, Asistel, su intención de cerrar este recurso para finales de mayo. Así se lo hizo saber ayer a la empresa la concejala de Bienestar Social, Mariola Tocino, y técnicos del área, durante una reunión que mantuvieron con la concesionaria. El contenido de dicha reunión fue trasladado posteriormente a la plantilla de trabajadoras del piso asistido, a quienes la empresa informó que el cierre se adelantará dos meses respecto a la fecha prevista, el 29 de julio.

De esta forma, la intención del Ayuntamiento pasa por cerrar la residencia asistida de la calle Nevería el 31 de mayo, a finales de este mes, debido según aducen a una decisión técnica del área Económica. La noticia, que fue dada a conocer ayer a la plantilla, ha caído como un jarro de agua fría, ya que al cierre de un recurso que consideran necesario para la ciudad se une su clausura dos meses antes de lo anunciado y de lo que viene recogido en el pliego de condiciones de la concesión. Por su parte las trabajadoras han realizado una propuesta para que se retrase la salida de algunos de los mayores y se cumpla con la fecha de cierre que anunció en un principio de forma oficial la propia concejala Mariola Tocino.

La plantilla, con sus representantes sindicales de CC.OO, se reunirá mañana miércoles con el Ayuntamiento y la empresa concesionaria para tratar de negociar el ERE que está previsto aplicar o bien alcanzar un acuerdo que respete los plazos dados inicialmente por el Ayuntamiento "y que se respete así lo recogido en el pliego de condiciones".

Las representantes de las trabajadoras mantuvieron un encuentro el pasado viernes con el alcalde Enrique Moresco, del que salieron "bastante decepcionadas", toda vez que según afirman el primer edil no estaba informado de la trayectoria de la plantilla del piso, formada por 16 personas, "que pensaba que procedían de la antigua residencia asistida que Cruz Roja tenía en la calle Nevería". En la misma reunión, las trabajadoras propusieron transformar el piso asistido en un centro de emergencia social, para acoger a personas que no estén atendidas por la ley de dependencia.

Mientras tanto, ayer mismo abandonaron el piso asistido de Nevería camino de nueva residencia en Valdelagrana (Gecosol) un matrimonio de ancianos, en la que constituye la primera salida de una serie que se extenderá a lo largo de todo el mes de mayo. De esta forma, la salida de los mayores del centro continuará a partir del próximo día 8 con destino a la residencia de Diputación en la calle Zarza, extendiéndose hasta final de mes.

En cuanto a las firmas recogidas por la plantilla para que no se cierre el piso (unas 6.000), estas serán entregadas a la Junta de Andalucía en un acto público en el que recibirán también las cartas de apoyo enviadas por antiguos familiares de usuarios y ciudadanos.