Dos de los puntos más esperados de la sesión fueron los relativos a las facturas presentadas por dos empresas por trabajos encargados por el anterior equipo de gobierno sin haber cubierto la tramitación preceptiva, por un importe total de casi 25.000 euros, y cuyo pago ahora rechaza el nuevo gobierno local.

La primera de las facturas, por un importe de más de 8.200 euros, corresponde al alquiler de 30 habitaciones en el hotel de Puerto Sherry durante tres días en febrero de 2015, siendo alcalde Alfonso Candón, con motivo de la celebración del I Foro de Ciudades Europeas de la Vela. El alquiler de las habitaciones más las respectivas cenas, desayunos y comidas no se sabe muy bien por quién fueron encargados, ya que un informe del jefe de servicio de Turismo dice que no se trata de una actividad de dicha área municipal. Pero la duda tampoco se resolvió ayer en el pleno, ya que ningún miembro del Partido Popular se animó a dar explicación alguna al respecto, algo que fue utilizado en su contra a lo largo del resto de la sesión por los demás grupos del gobierno municipal. Incluso el concejal de Hacienda, Javier Botella, llegó a utilizar la expresión "voy a hacerme un Candón" cuando rechazó intervenir en uno de sus turnos.

Sí dio la cara el concejal no adscrito, el ex-miembro del Partido Andalucista Carlos Coronado, cuando tuvo que explicar la contratación de una serie de trabajos valorados en más de 16.000 euros supuestamente encargados por él pocos días antes de la Feria de 2014, cuando era concejal de Policía Local. Coronado explicó que 48 horas antes de esa Feria se detectó que algunos pasos de cebra necesitaban pintura y presentaban peligro, ya que no se pintaban desde el año 2010, por lo que "había que hacerlo", aunque no llegó a explicar por qué no se siguió la tramitación estipulada para el encargo de estos trabajos ni por qué se ocupó de ello la Policía Local, y no Mantenimiento Urbano, cuando se trataba de diversos trabajos de arreglo de bordillos, bolardos y parterres, además de la pintura de los pasos de cebra. Tampoco pudo explicar por qué el contratista presentó la factura con un año de retraso.