"Esto no se esperaba, nos ha pillado de sorpresa y se esperaban unas muy buenas navidades. Desde mitad de noviembre el ritmo de reservas era muy fuerte, hasta el punto de tener copados días principales y fines de semanas de diciembre, que iban a ser los más fuertes. Desde finales del puente de diciembre han caído reservas y se han paralizado las reservas nuevas". Quien describe la situación es José Paguillo, dueño del restaurante La Micaela, situado en la avenida Micaela Aramburu de El Puerto de Santa María. 

La llegada de la variante Ómicron ha caído como un jarro de agua fría sobre la hostelería y en los establecimientos consultados por este diario se han producido cancelaciones, en especial grupos que tenían reservadas grandes mesas, y que anulan la reserva en su totalidad, o bien reducen el número de comensales, de manera que reservas donde antes iban a comer o cenar veinte personas se quedan en ocho.

No obstante, la caída de reservas de grandes grupos se ha sustituido por la reserva de mesas con menos comensales, en especial en comidas de empresa, donde lo habitual es que se anule por completo la mesa reservada pero después varios compañeros de trabajo vuelvan a reservar por su cuenta. "Se han cancelado algunas mesas pero vuelven a entrar otras, para este fin de semana hay mucha demanda, el fin de semana anterior a la Nochebuena es el más fuerte de las navidades".  

Lo que si está notando una fuerte bajada, señala José Paguillo, son los días entre semana, "que se han quedado muy parados, cuando diciembre suele ser bueno el mes entero". De cualquier forma, en comparación, el año 2020 fue mucho peor, porque las comidas de empresa no existieron. 

También en el restaurante El Faro de El Puerto se han producido anulaciones. "Mucha gente que pensaba reunirse en grupos de 30 y 40 personas han cancelado y vienen grupos más reducidos. En El Puerto nos salvamos más, porque la terraza da a la gente más seguridad. No obstante, se han cancelado bastantes cenas y comidas de empresa", explica Fernando Córdoba, gerente del restaurante.

Fernando Córdoba sigue pensando, y es el sentir general de Horeca, que la hostelería no es el foco más importante de los contagios, "porque la gente se sigue reuniendo y si se ponen muchas cortapisas se trasladan las reuniones a casas particulares".

Lo que sí se repite es que "parece que llegando esta época del año aumentan mucho más los casos. Hemos tenido una primavera y un verano muy bueno de trabajo pero yo auguraba que iba pasar esto; cuando aparecen los fríos, y sobre todo cuando entra el miedo". 

El hostelero adelanta que estos meses "serán duros, pero ahora entramos en temporada baja y aprovecharemos para formación, mantenimiento y para dar vacaciones. En El Puerto, desde enero hasta abril son los meses más tranquilos, junto con noviembre, y el bacalao ya está vendido. El planteamiento ahora es formar, vacaciones y mantenimiento del local. Sin llegar a cerrar", concluye.