SI hubiera que elegir una palabra para definir el panorama electoral que se abre de cara a las municipales del próximo día 24, esa palabra sería incertidumbre. El esquema del bipartidismo parece que salta en pedazos con la irrupción de nuevos partidos que se han convertido en auténticos fenómenos sociales y que en las últimas citas con las urnas han dado más de un dolor de cabeza a los responsables de las siglas más veteranas.

En El Puerto el Partido Popular no logró obtener la ansiada mayoría absoluta en el año 2007, llevando de candidato a un Enrique Moresco que venía impuesto por la dirección provincial del PP para disgusto de muchos de sus militantes, que veían como el veterano Aurelio Sánchez quedaba relegado de la carrera hacia la Alcaldía. De ese error no ha llegado a recuperarse hasta hoy el Partido Popular, que tras volver a presentar a Moresco como cabeza de cartel en 2011 volvió a quedarse a dos ediles de la mayoría absoluta, lo que en clave interna se interpretó como un fracaso que a la postre motivó el relevo forzado de Moresco, bien avanzado el mandato y sin que a nadie convencieran las razones argumentadas desde las filas populares.

La operación cambio de alcalde deparó momentos dulces nada más llegar Candón a la Alcaldía, un nuevo primer edil que fue recibido con los brazos abiertos incluso por la oposición municipal, cuyos miembros estaban ya más que hartos de las formas un tanto despóticas de Moresco. No obstante, poco ha durado esta luna de miel de Candón con sus compañeros de otras formaciones. El hecho de tener que asumir la herencia recibida de manos de su antecesor, con proyectos tan poco populares como la venta de acciones de la empresa municipal de aguas, la construcción de dos aparcamientos subterráneos o la implantación de la zona naranja, ha deparado a lo largo de este último año y medio varios momentos muy tensos entre el alcalde y algunas de las formaciones de la oposición.

Hoy por hoy las cosas han cambiado mucho y a buen seguro el PP firmaría poder reeditar el actual pacto que mantiene con el Partido Andalucista.

En estos dos últimos mandatos ha sido precisamente el PA (y Fernando Gago entre 2007 y 2011) la fuerza que ha dado oxígeno al PP en el gobierno local, una situación que a la postre ha terminado por pasar factura a los andalucistas, que de obtener casi cinco concejales en las elecciones de 2011 se enfrentan ahora a unas previsiones mucho peores, ya sin su líder Antonio Jesús Ruiz como alcaldable, desgastado por asuntos como la mala gestión de la empresa municipal de Vivienda o el apoyo al PP en las operaciones polémicas antes citadas. Carlos Coronado es el nuevo alcaldable andalucista y no está nada claro que pueda obtener los ediles suficientes para la reedición del actual pacto de gobierno con el PP.

Así las cosas, muy probablemente las alianzas que salgan después de las urnas adopten la forma de un tripartito, y según las quinielas locales no sería descabellado pensar en una alianza a tres bandas entre PP, PA y Ciudadanos. La formación que a nivel nacional lidera Albert Rivera y que se presenta como la fuerza del cambio tiene en El Puerto un peculiar matiz, y es la figura de Silvia Gómez como cabeza de cartel, con un pasado muy alejado de la imagen de renovación que quiere transmitir a su electorado la formación naranja. Aún así, el empuje del partido a nivel nacional podría ayudar a Silvia Gómez a mejorar el resultado que obtuvo cuando en 2011 fue la cabeza de cartel de Independientes Portuenses.

Y si miramos el panorama desde la izquierda, las perspectivas no están más claras. El PSOE liderado por David de la Encina lucha por encabezar una alternativa al gobierno de PP y PA pero tampoco parece que vayan a obtener una mayoría clara, así que su única opción de llegar a gobernar sería de la mano de otras formaciones como Izquierda Unida y Levantemos El Puerto. La coalición que lidera Antonio Fernández, que ha realizado una buena labor de oposición en estos años, podría verse perjudicada por la irrupción de Levantemos, con una fuerte implicación vecinal y social y que según los últimos sondeos podría convertirse incluso en la segunda fuerza local. En este último caso la lucha contra la abstención será una de las bazas de esta agrupación de electores.

Quedan, finalmente, otras dos fuerzas concurrentes, UPyD, cuyas horas bajas a nivel nacional podrían pasarle factura, y Queremos Puerto, formación liderada por el ex-edil popular que perjudicará básicamente al PP, a cuyo electorado se dirige.