Elecciones

Rivera se resiste a ser bisagra

  • El candidato de Ciudadanos afirma que no apoyará ni a Rajoy ni a Pedro Sánchez La campaña más abierta se inicia con la incertidumbre de tres posibles presidentes. Todos los sondeos indican que hará falta una alianza entre dos para gobernar.

Siempre fue una cosa de dos: Suárez o Felipe, Felipe o Felipe (ni Landelino Lavilla ni Fraga contaban en 1982), Felipe o Aznar, Aznar o Almunia, Aznar o Zapatero, Zapatero o Rajoy y Rajoy o Rubalcaba. Una cosa de dos. El juego del bipartidismo convertía las campañas electorales en un cara a cara entre los candidatos a la Presidencia de las dos grandes formaciones dinásticas, el PSOE y el PP. Sin embargo, la campaña electoral que comienza esta noche se inicia con tres aspirantes con posibilidades de convertirse en líderes en la Moncloa. Por orden de probabilidades: Mariano Rajoy, candidato del PP; el socialista Pedro Sánchez y Albert Rivera, el líder de Ciudadanos. Y con un cuarto con menos opciones, aunque será importante en el nuevo Congreso: Pablo Iglesias, de Podemos. El aspirante de Ciudadanos, al que todos han visto como un partido bisagra para apoyar a uno de los dos grandes, se desmarcó ayer de este rol y afirmó, por vez primera, que no votará a favor de la investidura de Pedro Sánchez ni de Mariano Rajoy.

En el club Siglo XXI, uno de los grandes salones de opinión de la Transición, el joven barcelonés dijo lo siguiente: "No voy a apoyar un Gobierno presidido por Pedro Sánchez y no voy a apoyar un Gobierno presidido por Mariano Rajoy". Rivera ya ha adelantado dos condiciones: no será vicepresidente de nadie, por lo que descarta una coalición a cambio de la investidura de otro, y no apoyará ni al popular ni al socialista. Si es así, la única opción que dejaría es que él fuese presidente, y lo intentará si queda en segunda posición el 20-D. Complicado, pero no imposible.

Algunos sondeos otorgan a Ciudadanos esta segunda posición, pero aún está lejos de conseguirlo. Hoy se publica la encuesta del CIS, cuyo trabajo de campo se cerró hace semanas, por lo que no se notará el efecto que estos días de campaña y los futuros vayan a tener en el resultado final. Si esto es importante en otras elecciones, en ésta es sustancial, porque esta campaña va a tener un efecto notable; en especial, en los dos partidos cool, Podemos y Ciudadanos. La televisión es ahora el medio político de masas, todos los programas del prime time han abierto puertas a los candidatos y los programadores saben que los aspirantes disparan las audiencias. Rajoy, desconocido en estos días, el más reacio a los platós, estuvo anoche con Bertín Osborne y entrará en el programa de María Teresa Campos, normalmente destinado a otro tipo de pantojeos.

La media de los sondeos publicados que realizan algunos expertos, caso de Quico Llaneras, señalan que el PP está cerca de conseguir el 30% del apoyo, mientras Ciudadanos y PSOE se disputan un segundo puesto algo por encima del 20%. Hay que tener en cuenta que el sistema electoral español, dividido en tantas circunscripciones como provincias, castiga al tercer partido. Y no digamos al cuarto, mientras que sobrevalora a los dos primeros. Se pueda dar la circunstancia que una igualada en votos entre el segundo y el tercero se resuelva con una amplia diferencia en escaños entre ambos.

Ningún candidato va revelar cuál será su estrategia de alianzas después del 20-D, pero cuantas más negaciones hagan, más dificultoso será un pacto después. Sólo Mariano Rajoy defiende que debe gobernar el partido más votado, por lo que PSOE y Ciudadanos estarían abiertos a una alianza aunque difieren de quién debería liderarla. Pedro Sánchez se empleó a fondo contra Ciudadanos, a quienes define como las nuevas generaciones del PP. En su opinión, Rivera pactará con Rajoy, aunque "ahora lo niegue con la boca pequeña". "Lo tengo claro, si suman las dos derechas, Rivera va a hacer presidente a Rajoy, no tengo ninguna duda de ello", afirmó el socialista en un desayuno en Madrid, donde también subrayó que Podemos se está desfondando. "Tienen que saber -sostuvo- que Podemos se está desfondando y que el único partido de izquierdas que puede ganar a las dos derechas es el PSOE".

Si los socialistas logran colocar a Ciudadanos en el espectro de la derecha, Pedro Sánchez puede mejorar el resultado, la marca aún es potente y el partido de Rivera ha realizado algunas propuestas que se alinean en la posición menos social. Es la única formación que quiere que los inmigrantes sin papeles no tengan tarjeta sanitaria, propone una subida del IVA y su propuesta de contrato único con una indemnización por despido proporcional a la antigüedad conlleva un abaratamiento. Éstos son elementos que los socialistas pueden aprovechar. Por otra parte, el debate a tres le salió bien a los socialistas, que ven en el próximo -el lunes en Antena 3- una oportunidad para diferenciarse de los otros dos candidatos. Pablo Iglesias, un tanto arrinconado ahora, no se fía del socialista, mantiene que pactará con el PP, con la casta, y dice: "Mientras la mona se vista de seda, mona se queda".

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