El Partido Popular sería el gran beneficiado de la noche del 20 de diciembre en Córdoba, pues lograría mantener los tres diputados que ya cosechó en las elecciones generales de hace cuatro años. El Partido Socialista, por contra, se dejaría una de sus tres actas durante la jornada electoral, lo que significaría, de cumplirse el sondeo, que se deshace el empate que ha vivido Córdoba durante la presente legislatura. Otro de los triunfadores de la noche sería Podemos, partido que se beneficiaría de la caída de  los socialistas y que debutaría representando a la provincia de Córdoba en la Cortes. Ciudadanos, que alberga serias esperanzas de repetir lo vivido en las autonómicas, parte en principio con desventaja y no cosecha en la previsión el escaño por el que están peleando esta campaña con una lista que encabeza Marcial Gómez.

De confirmarse este reparto de 3-2-1, uno de los grandes triunfadores de la noche electoral sería José Antonio Nieto, que no sólo conseguiría su acta sino también las correspondientes al exregidor Rafael Merino y a la expresidenta de la Diputación Provincial María Luisa Ceballos. El PP le daría así la vuelta a la tortilla después de haber vividos dos noches amargas en las últimas autonómicas y en las últimas municipales, celebradas ambas este mismo año y en las que no han hecho sino ver limitada su representación institucional.

Los socialistas, que por ahora son los grandes beneficiarios de los comicios celebrados en 2015, cerrarían el año perdiendo tal primacía y con tan sólo dos diputados en Madrid, María Jesús Serrrano y Antonio Hurtado, que repetiría. Podemos, por contra, se haría con el sexto escaño, lo que supone que la sevillana Marta Domínguez, candidata que encabeza la lista gracias al aval del aparato y después un gran revuelo alrededor, sería la primera representante histórica de esta formación en Madrid. El malestar por la salida de la lista del profesor Antonio Manuel Rodríguez no tendría por tanto un efecto decisivo en los resultados.

El fiasco de la noche, por último, se vivirá de cumplirse estas predicciones en la sede de Ciudadanos, aunque allí se confía en que ocurra lo mismo que en las andaluzas, cuando Isabel Albás logró hacerse con un acta en Sevilla cuando las encuestas no lo preveían. IU, por último, volvería a quedarse sin representación al igual que ocurrió en 2011.