Aunque con voz ronca y sin poder forzarla por un problema en las cuerdas vocales, la candidata a la presidencia del Gobierno por Unión Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, criticó ayer con claridad la falta de concreción de los candidatos de los dos grandes partidos políticos "con la que está cayendo" y confió en "la sabiduría de los ciudadanos para no dejar a estos dos que nos gobiernen cuatro años más porque son lo mismo". Tanto el candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, como su homólogo del PP, Mariano Rajoy, fueron el centro de las críticas de Díez, que los acusó de "querer conseguir votos engañando a la gente al pactar un debate en el que se les olvidó hablar de lo más importante".

Ni al PP ni al PSOE, aseguró, "les interesa hablar de corrupción política o de la regeneración que necesita la democracia para devolver a los ciudadanos el poder para controlar a los políticos". A diferencia de eso, la candidata de UPyD lamentó que los dos candidatos se dediquen a "debatir de sanidad y educación cuando las competencias se las pasaron a las comunidades autónomas". En su opinión, "lo que están haciendo los dos grandes partidos son recortes de los derechos sociales en vez de recortar los gastos superfluos".

El bipartidismo y la falta de pluralidad política que, a su juicio, están mermando el sistema democrático del país centró parte del encuentro que la candidata de UPyD mantuvo ayer en Málaga con militantes y simpatizantes que tuvieron la oportunidad de debatir y aportar nuevas propuestas sobre los temas de mayor actualidad. Es, dijo, "nuestra forma de hacer política sin árbitros y sin temas tasados". La decisión de la Junta Electoral y el consejo de administración de la Radio Televisión Pública Española (RTVE) de no invitar a UPyD al debate que tuvo lugar anoche entre los candidatos de los cinco partidos con más representación del país es, según Díez, un ejemplo de que "no se respeta la pluralidad política ni se permite a los ciudadanos escuchar una voz distinta".

Aunque reconoció que "el daño ya está hecho", anunció que su partido recurrirá al Tribunal Supremo la decisión que calificó como "sectaria e injusta a sabiendas" porque "cuando vulneran el derecho de un partido político vulneran el de los ciudadanos". La despolitización de la justicia, la persecución del fraude fiscal y la reforma de las instituciones serán los otros grandes caballos de batalla de su partido porque señaló "queremos acabar con las duplicidades, la opacidad de los presupuestos y que otros partidos utilicen los organismos públicos para colocar a los militantes que no han podido meter en otro sitio". Su objetivo para las elecciones del día 20 será, según dijo, conseguir al menos cinco diputados para constituir un grupo parlamentario porque "hay mucha gente va a elegir en defensa propia para cambiar esta situación".