Los socialistas sevillanos arrancaron anoche la campaña electoral con un acto teñido de nostalgia. José Antonio Viera, el secretario general del PSOE de Sevilla, aludió a los ideales de su partido y a los 30 años de gobierno socialista en un intento por prender la llama del optimismo entre el electorado. Viera evitó referirse claramente a las cifras de paro, un pozo sin fondo que marcará, sin duda, la campaña.

Susana Díaz, la secretaria de Organización del PSOE andaluz, pasó de puntillas por el tema para centrarse en la necesidad de pelear para contrarrestar la inyección de pesimismo que, según ella, está intentando poner el PP en Andalucía. "Hay millones de personas que creen en los socialistas, no nos fallarán porque nuestro modelo para salir de la crisis es diferente", apuntó Díaz.

Alfonso Guerra, cabeza de lista al Congreso de los Diputados por Sevilla, hizo gala de su estilo mordaz y confirmó que, para él, es un contrincante demasiado débil. "El PP está haciendo una desamortización, pero al revés: los bienes del pueblo se los está dando a la Iglesia", apuntó Guerra, que aseguró que lo que le queda de vida lo dedicará a criticar a los bancos.