El candidato al Congreso de Izquierda Unida por Málaga, Alberto Garzón, aseguró ayer que la política sanitaria del PP y PSOE se diferencia en que "el primero va muy rápido y el segundo rápido" y defendió una sanidad pública y universal "al cien por cien".

"No podemos permitir que la sanidad privada entre por ninguna puerta, ya sea a través de externalizaciones o contratas, porque la salud pasa a ser un negocio en lugar de un servicio", criticó el cabeza de lista de la coalición de izquierdas, que añadió que esta crisis "ha servido de excusa para acelerar la privatización".

El coordinador provincial de IULV-CA y diputado andaluz, José Antonio Castro, por su parte, trasladó la "preocupación por la situación de la sanidad andaluza y de la malagueña en particular", ya que esta manera "lenta y pausada" de privatizarla está provocando "graves consecuencias en el servicio, en los trabajadores y en coste del mismo".

Según dijo, esto "se ha demostrado con la externalización de la lavandería del hospital Carlos Haya o la gestión mixta del hospital Costa del Sol, cuyo gerente ya le ha dicho al comité de empresa que no sabe cómo pagará las nóminas".

Castro se refirió también a las necesidades en materia sanitaria que tiene la provincia, y de las inversiones anunciadas por el Gobierno andaluz "que no se han efectuado" y reclamó un hospital para Estepona, Manilva y Casares que también daría cobertura al Campo de Gibraltar.

Por su parte, el candidato al Senado de la coalición, Pedro Moreno Brenes, ha alertado del "mutismo" en el que está inmersa la candidata del PP al Congreso, Celia Villalobos, sobre al tercer hospital para la capital, "a pesar de haberlo reivindicado en numerosas ocasiones". Así, se preguntó "si el silencio se debía a la posibilidad de que su partido gobernara en el Estado y ahora tiene que cambiar el discurso para no hacer esta reclamación".