En principio fue el verbo, y los eslóganes escriben por sí mismos la crónica de esta batalla. Si ésta es la campaña de los neopopulismos contra la marca Perico, atención a  la secuencia de lemas que vienen acompañando a la imagen del alcaldable socialista Gabriel Cruz, desembocando en un alegato antielitista: primero fue Huelva lo está pidiendo, después Nos une Huelva (ambas proclamas como mensaje subliminal del tipo "saquemos a la ciudad del agujero en el que los periquistas la han metido estos 20 años") y, ya en campaña, Gobernar para la mayoría.

Sin envoltorio ideológico. Sin personalismo. El quinto alcaldable del PSOE desde que empezara la 'era Perico' se presenta como un discreto arquitecto del futuro de la ciudad, al calor de la nueva ola regeneracionista. Así es el gabiprograma. En los primeros renglones, dos claves de alcance masivo: planes de empleo y rebajas de impuestos. Y guiños ante la competencia de los emergentes, como ya ocurriera en la estrategia de Susana Díaz para las autonómicas. La sombra de Podemos (o del sucedáneo Participa Huelva, del que reniega la cúpula del partido violeta) tiene su correlato en promesas como la creación de una oficina anti-desahucios, otros compromisos de justicia social o una batería de medidas de transparencia y participación ciudadana, como la retransmisión de los Plenos a través de Huelva TV, la publicación de los gastos de dietas, viajes, representación; o el tijeretazo al número de asesores.

Son algunas pinceladas del compendio de 85 promesas que el candidato socialista a la Alcaldía presentó en la mañana de ayer en el Hotel NH Luz, en los preliminares del arranque de campaña, ante 200 miembros de colectivos sociales, agentes económicos y dirigentes institucionales. Presentó el acto el secretario general del PSOE a nivel provincial, Ignacio Caraballo: "Este programa no está hecho para ganar las elecciones, sino para gobernar con medidas sociales que no existen en esta ciudad", subrayó, poniendo de relieve la experiencia de Cruz en la gestión pública -como delegado que fue de Justicia y Obras Públicas-, "responsabilidades de las que salió con buena nota", recalcando que el abogado es el alcaldable "porque así lo quiso la militancia".

Según destacó el también presidente de la Diputación, Cruz "conoce y ama esta ciudad, desde su Semana Santa a su carnaval. Le duele Huelva y está convencido de que tiene futuro, que puede recuperar la velocidad perdida. Hará una campaña de cercanía, sin estridencias, porque ésa es la esencia de Gabi". Una persona "honesta, buena gente y sencilla, con gran sentido común y lleno de ganas e ilusión".

El candidato, que en declaraciones previas a los periodistas se mostró "convencido de cumplir la misión de ser alcalde", hizo hincapié en que su programa es fruto del trabajo de cuatro años en la oposición del Consistorio, en contacto con los colectivos y asociaciones, cuyas demandas han sido recogidas en un documento que seguirá abierto a aportaciones.

Defiende que se trata de medidas "viables" y "factibles", con las que el socialista aboga por "construir entre todos una Huelva de vanguardia, pujante, referente, respetuosa con las tradiciones, atractiva y solidaria. Un reto que no me da miedo, no pienso quejarme por la herencia económica. Estoy contando las horas. No estoy dispuesto a demorar la construcción del futuro de Huelva".

A su juicio, el problema actual de Huelva es que "necesita que se tomen decisiones. Necesita acciones de gobierno y tres ejes fundamentales: liderazgo, competencia y verdadera capitalidad".En primer término, el candidato sostiene que "tenemos un problema gravísimo, con 20.040 parados en esta ciudad. No vamos a escurrir el bulto. Esto también es competencia de un alcalde y nuestra primera medida será destinar 2 millones de euros anuales del presupuesto municipal a poner en marcha programas de contratación como los que impulsa la Junta de Andalucía".

El programa incluye también líneas de apoyo económico a emprendedores, microcréditos para dar oxígeno a las pymes locales y compromisos en materia tributaria, como la revisión de los impuestos y tasas que dependen del Consistorio "para hacerlos más justos", la rebaja de la presión fiscal e incentivos a los empresarios para revitalizar la zona Centro y favorecer la creación de empleo y riqueza en las barriadas, entre otras medidas. "Estamos convencidos de que aliviando la presión fiscal al final se recauda más", señaló Cruz.

Otra parte nuclear del programa son las medidas de ahorro para optimizar los recursos del Ayuntamiento, evitando el pago de intereses de demora, reduciendo el sueldo del alcalde un 10%, suprimiendo tenencias de alcaldía, personal de confianza, prescindiendo de todos los escoltas del regidor, entre otras cuestiones.

Cruz quiso dejar claro desde el minuto uno que la construcción del centro de salud de Isla Chica "es, además de una clave programática del PSOE, un compromiso personal mío, absolutamente irrenunciable. Los vecinos de Isla Chica no podemos soportar más el calvario de la provisionalidad", esgrimió. Respecto a los edificios históricos abandonados, el socialista no solo asegura que rehabilitará y pondrá en uso inmuebles como el Cuartel de Santa Fe y la antigua cárcel, que son de titularidad municipal, sino que luchará para recuperar las enseñas que pertenecen a otras administraciones, como es el caso del Banco de España, competencia de la Junta de Andalucía.

Por el documento presentado ayer desfilan, además, medidas sobre aparcamientos, políticas sociales, planes de acción para los barrios, promoción turística, relanzamiento de la cultura, deporte, etc, y, en pleno ecuador del programa, la archiprometida recuperación de la zona contaminada por los fosfoyesos. Un clásico de campaña y una bandera por la que también forcejean las candidaturas de Izquierda Unida y la Mesa de la Ría.