LA política, como dicen del amor, no entiende de edades. A pesar de que los principales partidos vienen apostando en los últimos años por la renovación que aporta la sabia nueva de los más jóvenes, las listas que se han presentado de cara a los comicios municipales dan buena cuenta de que la capacidad para gobernar los pueblos de la provincia no está reñida con la edad del candidato. Jóvenes veinteañeros y abuelos octogenarios convivirán en uno y otro partido para ser elegidos en las urnas el próximo 22 de mayo. Socialistas y populares cuentan en sus filas con pensionistas que han cambiado la tranquilidad de su jubilación por el estrés y pasión de la política y emprendedores que no llegan ni a los treinta años convencidos de que su vocación no es otra que la del servicio a sus vecinos. Manuel Zamora, con 24 años, empleado de la banca, será el cabeza de lista de los socialistas en Mojácar. Carlos Martínez, de 23 años, recién titulado, lidera una candidatura, con su misma edad de media, en el municipio de Castro de Filabres. Jóvenes sí, pero preparados también. En el otro lado, Francisco Cirera, de 65 años, jubilado, retorna a Santa Cruz de Marchena como cabeza de lista de los socialistas después de toda una vida de duro trabajo en Cataluña. Y el más veterano en las municipales almerienses será José Antonio Torres, de 85 años, quien sumaría dos décadas como alcalde de Chercos si gana el 22 de mayo. Todos apuntan en la misma dirección: trabajar por su pueblo, el único objetivo de los que tienen la valentía -y corren el riesgo- de intentar ser alcaldes.  

El alcalde más joven, Francisco Guil, repité como candidato del PSOE en Alhama de Almería. La  que era alcaldesa más veterana de la provincia, Basilisa Ibáñez, deja el número uno a un compañero para ir en el puesto número siete del PSOE en Nacimiento.