-La recuerdo en algunos mítines de las elecciones pasadas embarazada.

-Bueno, tuve a mi hija en octubre, unos meses antes de las elecciones. Pero en alguna presentación de candidaturas sí que coincidió.

-¿Y qué le decían?

-Se lo tomaban con absoluta normalidad. Es muy difícil para una persona joven planificar su vida laboral y familiar, pero es una experiencia magnífica y hay que amoldarse.

-Ahora hay otra campaña...

-No, no estoy embarazada, que yo sepa.

-Lo suyo fue veni, vidi, vici.

-Fui número cuatro en la lista que presentó el PSOE en 2003, pero el PP ganó con mayoría absoluta. Fui diputada provincial y delegada de Cultura. Pero cuando se me presentó la oportunidad de liderar un proyecto renovador, no lo dudé. Ganamos las primarias y, después, la confianza de los ciudadanos.

-Usted es un buen ejemplo para acercar la política a los jóvenes.

-Fui alcaldesa con 27 años. Estoy convencida de que los jóvenes deben participar activamente en los problemas de la sociedad y dignificar la política.

-Le atribuyen que dijo, ante las críticas, que no se preocupasen, que tanto la juventud como la inexperiencia desaparecerían con el tiempo.

-La verdad es que la juventud es la única enfermedad que se cura con los años. Y la inexperiencia, con mucho trabajo. Presentamos una lista con más mujeres que hombres, paritaria, con una media de edad de 35 años y hemos sido capaces de torear un toro bravo con un ayuntamiento prácticamente en bancarrota y con una gran crisis económica mundial.

-Se redujo el sueldo de casi 7.000 euros al mes del anterior alcalde a 2.900. Tampoco es mala nómina para seducir a los jóvenes a la política.

-Yo no estoy en política por el sueldo. Tengo una licenciatura y un negocio propio que ahora, por razones obvias, no puedo ejercer. En política se tiene que estar por vocación y por querer hacer un servicio público.

-¿Dejará de ir Zapatero a Sanlúcar cuando no sea presidente?

-Me decía ahora cuando terminó las vacaciones de Semana Santa que está enamorado de Sanlúcar y, donde esté, seguro que la va a seguir queriendo y la visitará cuando pueda. Estoy convencida de que la ciudad lo ha enamorado.