Elecciones municipales / Política de Barra El Puerto

"Hay algunos candidatos que no tienen educación ni vergüenza ninguna"

  • En la bodeguita de Obregón, entre carteles de toros y la más pura tradición, el voto de izquierdas se muestra más resistente que nunca. 'Diario de Cádiz' ha estado allí con su clientela y ha comprobado que, a pesar de las diferencias políticas, no hay nada que no pueda solucionar un buen fandango y el Betis (manquepierda) 

Política de Barra. El Puerto de Santa María

Son las 14:00 horas y ya alguno que otro lleva más de un vaso de cerveza, vino o mosto encima. "Es normal hombre. Uno después del trabajo tiene que venirse aquí, a charlar con los amigos, que ya bastante aguantamos el resto del día". 

Estamos en la bodeguita de Obregón, en plena calle Zarza. La taberna más típica y pintoresca de El Puerto. Aquí, entre carteles de Galloso, el Juli y Alejandro Morilla, el abanico de temas de los que se habla y bromea no es muy amplio: toros, flamenco y campo. Se hace raro que en plena campaña electoral, a cuatro días de las elecciones, la política no está en esta lista. Y es que aquí, a la hora de la verdad, existe un pacto no escrito donde todos saben cuál es el límite y hasta donde hay que llegar.

"Hay veces que no hablamos de política. Hay temas que no tratamos, pero porque sabemos hasta donde tenemos que llegar", explica Eladio Doello. Él, con más de 60 años y una gran trayectoria de lucha política -ya en los años 70 en Francia organizaba conciertos para recaudar dinero destinado a los presos de la dictadura-, sigue dando guerra desde Podemos. "Yo aquí llevo viniendo toda la vida. Y si dejo de hacerlo, ya vendrá Alvarito a buscarme a ver qué pasa", explica haciendo referencia a Álvaro González, candidato número siete en las listas del Partido Popular (PP) y propietario de la taberna. "¿Y con él habláis de política cuando estáis aquí?". "No, no. La relación con la persona es lo primero". 

En pleno corazón de tradiciones, donde parece que imperan los valores más de derecha, la izquierda portuense se muestra inflexible. Y decimos que parece porque al final, la realidad, es otra muy distinta...

Allí también suele ser cliente habitual José Luis Sánchez Alonso, concejal de Fiestas por el Partido Comunista con Antonio Álvarez (primer alcalde democrático portuense). "¿Qué cree usted que va a pasar el domingo?". "El resultado en El Puerto va a estar bastante igualado, pero espero que la gente sensata tengan las ideas claras y voten por Adelante El Puerto", explica. A la hora de irse, con el bodegón casi cerrado, saca las llaves de su casa. De ellas cuelga una bandera republicana.

Allí también está Julio. Bien plantado. Con chaqueta, sombrero y bastón. Caballero donde los haya (de los que todavía saludan cortesmente dando un beso en la mano). No tiene pelos en la lengua. "Yo soy de izquierdas de toda la vida de Dios. Yo a la derecha no me voy ni con dinero encima". Tras esta sentencia proclamada a los cuatro vientos yo (que no suelo ser clienta habitual), miro dubitativa y temerosa a mi alrededor esperando a ver cuál es la reacción del resto del local. Quizás un grito, quizás un réplica... "Venga ya hombre, cantante un fandango".

Y Julio, ni corto ni perezoso, se pone manos a la obra. Tras un compás, y después de dos copitas de moscatel, una no tarda mucho en darse cuenta que allí la única autoridad a la que todo el mundo respeta es la bandera verde y blanca de El Betis. 

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