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La ausencia del Portillo y las deficiencias deslucen el deporte

  • La ciudad cuenta con unas instalaciones deportivas poco ambiciosas en su tamaño y con problemas de mantenimiento

El solar del antiguo Pabellón Fernando Portillo permanece abandonado desde hace unos años.

El solar del antiguo Pabellón Fernando Portillo permanece abandonado desde hace unos años. / Jesús Marín

El deporte siempre ha sido una materia bastante descuidada en la ciudad de Cádiz. Si se analiza desde un punto de vista general, y dejando a un lado al Cádiz Club de Fútbol –que por la disciplina deportiva, ingresos, instalaciones y apoyo del público juega en una liga muy diferente–, el polideportivo gaditano resiste a duras penas para mantener viva la llama de cualquier actividad que no sea el fútbol. Si se habla de clubes, su situación es para echarse a temblar. Con un débil entramado empresarial, los patrocinios brillan por su ausencia, por lo que, salvo la honrosa excepción del Cádiz Fútbol Sala Femenino, no existe -ni se espera que esto vaya a suceder- la posibilidad de que una entidad gaditana pueda competir en una máxima categoría.

Y es que el polideportivo gaditano está instalado en un solar del tamaño del que ocupaba el antiguo Pabellón Fernando Portillo. Esta imagen es la que refleja con mayor claridad la situación de las instalaciones polideportivas de Cádiz, que acumulan deficiencias y no están preparadas para albergar deporte de alto nivel a la espera de que la instalación del barrio de San Severiano vuelva algún día a la vida.

Pero la realidad es tozuda y ya han pasado 11 años desde que se cerrara el Fernando Portillo, que era el epicentro de la actividad deportiva. Era una instalación funcional y no estaba en malas condiciones, pero el anterior equipo de Gobierno del PP estimó la necesidad de contar con un nuevo pabellón que se financiaría con los locales comerciales y un aparcamiento subterráneo. Así, el polideportivo iba a contar con gradas para más de 1.000 espectadores. Sin embargo, los problemas que se fueron sucediendo hicieron que el proyecto se acabara truncando con el estallido de la burbuja inmobiliaria, lo que hizo que la Promotora San Miguel no se pudiera hacer cargo de su construcción.

Esto es solo un reflejo, quizás el principal por ser la pista más necesaria, del estado de las instalaciones deportivas. Los problemas de mantenimiento, la escasa oferta –centrada casi en exclusiva en las pistas de barrio y las pequeñas infraestructuras, exceptuando el Complejo Ciudad de Cádiz– o los problemas estructurales de algunas instalaciones son varios de sus males.

En los últimos años, la principal punta de lanza de la actuación del equipo de Gobierno de Por Cádiz sí se puede y Ganar Cádiz en Común –ahora unidas en la confluencia Adelante Cádiz– ha sido la reapertura del pabellón Francisco Blanca después de permanecer cerrado durante siete años, aunque a los pocos días ya aparecieron las primeras filtraciones. A partir de ahí, poco se ha avanzado más allá de la revisión del proyecto del Fernando Portillo para convertirlo en otra pista de barrio.

¿Qué pasa en el resto de instalaciones? Pues los problemas se acumulan, además de tener que hacer los clubes encaje de bolillos para adaptar sus horarios de uso. Centrado en los campos de fútbol, el presidente de la Asociación Gaditana de Clubes de Fútbol Modesto, Enrique Rodrigo, calificó como “deficiente” el estado del Complejo Deportivo Puntales-La Paz. Aunque sí reconoce que el parcheado que se ha realizado al césped artificial del Pedro Fernández ha mejorado su estado, ve muchas deficiencias en las instalaciones como son la falta de protección en las gradas al no tener viseras, unos vestuarios que “no son acordes con unas instalaciones del siglo XXI” o los problemas del sistema de alumbrado, por lo que no se puede jugar de noche.

Por otra parte, Rodrigo ve aún peor el estado del césped de los campos de fútbol 7 del Complejo Deportivo Elcano. Considera que “la pista de atletismo es inservible, ya que le falta hasta una calle”, por lo que cree que allí se debería instalar un campo de fútbol 11 que también esté preparado para adaptarse a fútbol 7 de manera transversal.

Por su parte, Pablo Isorna, presidente del Cádiz CF Virgili, afirma que “nos hace falta una instalación deportiva de prestigio”, de manera que “podamos meter a 2.000 o 2.500 personas para poder traer eventos deportivos”. Una opción que cree que se puede materializar en el solar del Fernando Portillo. “Me acuerdo de que, cuando funcionaba a pleno rendimiento, en la zona del Portillo estaban los bares y los comercios abiertos. Cualquier movimiento redunda en la mejora de la economía de la ciudad. Ahora paso por ahí y los comercios están cerrados. La gente añora el Portillo”, apunta. Con todo, Isorna se siente “privilegiado”, aunque en el pabellón Ciudad de Cádiz se ha encontrado con problemas de filtraciones con las lluvias.

El presidente del CV Amigos Cádiz, Manuel Segura, resalta la necesidad del Pabellón Fernando Portillo “para desatascar” el resto de instalaciones. En cuanto a su deporte, el voleibol, indica que “todas las instalaciones no están adecuadas para su práctica”. Un problema que se acrecentaría si metiera algún equipo en categoría nacional, ya que las pistas transversales del Ciudad de Cádiz, la que es su sede de competición, no cumple con las normas ya que “hay poca distancia entre la cortina y el lateral del campo”, por lo que necesitaría usar la pista longitudinal en exclusiva. Esto haría que a la vez no se pudieran disputar varios partidos, por lo que sería complicado cuadrar todos los horarios.

Al final, los males se van acumulando a la espera de una mejora de las instalaciones y de una apuesta decidida por la construcción del Fernando Portillo, lo que vendría a aliviar la delicada situación del deporte gaditano.

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