Mikel Bollar (Cádiz, 1972) se define a sí mismo como un luchador nato. Abogado por vocación, estudió en la Universidad de Cádiz aunque en tercer curso se marchó a la de Deusto en Bilbao, donde tiene parte de sus raíces familiares. Una vez que acabó empezó en el despacho de Fernando Estrella y posteriormente con Ramón Dávila, hasta que se estableció por su cuenta. También como letrado ha estado en temas inmobiliarios y fue uno de los artífices del edificio Portillo, que está situado en la Glorieta Ingeniero La Cierva.

Conoce de cerca los ayuntamientos, ya que estuvo durante un tiempo como asesor jurídico y secretario accidental en Alcalá de los Gazules, época que define como una de las más bonitas de su vida.

Gran amante de la NBA y del surf, que lleva practicando desde hace 30 años, la piel se le endureció aún más cuando hace ocho años descubrió que era diabético y posteriormente un melanoma.

Ahora este abogado gaditano ha decidido dar un paso adelante “porque considero que tengo una edad, una experiencia en la vida que puedo volcar en la política”. Y que fuera en Vox se produce por “los principios que defiende”, un partido que conoce cuando todavía era minoritario y, al que posteriormente se afilia.

Dice claro que en Vox se practica un socialismo de derechas: “Nuestro fin es social y eso nos diferencia de los otros partidos de derecha, que tienen unos fines más liberalistas”. En este sentido, el número 2 de la lista de Vox asevera que “el socialismo de izquierdas está más enfocado a un papel preponderante del Estado, con instituciones megalómanas. Lo nuestro es al revés”.

Mikel Bollar también es muy crítico, al igual que su partido, con la Ley de Violencia de Género: “Esto se llama realmente juzgado de violencia contra la mujer. Lo primero que se hace cuando hay una denuncia es meter al hombre en el calabozo y cuando llega al juzgado, la Fiscalía lo que hace es acusar. Yo como abogado he tenido casos sangrantes”. Por ello, afirma que con esta ley “no existe presunción de inocencia”.

Bollar lamenta que haya gente que lo mire de una manera distinta desde que conocen que está en Vox: “La gente se mueve con el estómago. El otro día estuve en un debate y la gente nos abucheaba”.

¿Qué es lo que visualiza el día 26 de mayo? “La desaparición del mapa político de Kichi y sus acólitos y que se pueda conformar un equipo de gobierno con el PP, Ciudadanos y nosotros y, por supuesto, que podamos tener una buena representación en el Ayuntamiento”.

Bollar considera que para estar y participar en política “hay que venir de la sociedad civil. Lo que no es lógico es que gente que no está formada pretendan dar lecciones de cómo se gestiona la administración pública. Hay que acabar con el político profesional tanto de la izquierda como de la derecha”.