Sexoafectividad

Las sanas y necesarias fantasías sexuales

  • Las pensamos porque no podemos reprimirlas. Son impulsos de nuestra propia inteligencia que se transforman en irrefrenables deseos de sexo. Las fantasías sexuales forman parte de nuestro repertorio mental y amatorio.

Las sanas y necesarias fantasías sexuales

Las sanas y necesarias fantasías sexuales / Karim Manjra

No podemos evitarlas aunque tampoco deberíamos. Esas fantasías en las que recreamos una escena sexual a nuestro gusto (y disfrute) supone una bocanada de aire fresco en nuestra existencia. Se trata de recrear (y disfrutar) de un pensamiento que nos reporta muchos beneficios. Si nos planteáramos la necesidad de tener fantasías sexuales nuestra salud sexual sería mucho mejor. 

Sobre si debemos o no realizarlas hay disparidad de opiniones. Sexólogas como Valerie Tasso reniegan de que las realicemos porque, sostiene, es mejor mantenerlas en la cabeza para ir desarrollándolas y que puedan ser alimentadas indefinidamente. Y otras, como Ana Lombardía defienden realizarlas para alcanzar la placidez y satisfacción de haber hecho realidad un sueño. 

¿Por qué son necesarias las fantasías sexuales?

Por la parte más química porque pensar cosas que son tan agradables, que provocan lo que provocan, son un chute de dopaminas y de endorfinas. Y esto quiere decir que pensaremos bonito, que seremos más felices y que nos gustaremos un poco más. Solo por este tipo de drogas naturales, ya merece la pena idealizar esa situación que tanto nos excita. 

Mejoran la autoestima y esto, cuando estamos inmersos en un momento en el que los problemas de salud mental se han incrementado en un un 93% por culpa de la pandemia es una razón más que suficiente para recrear fantasías sexuales. 

Incrementa el deseo sexual al ponernos en la tesitura de saber qué ocurre tan bueno cuando las tenemos. Se incrementan las ganas de alcanzar ese momento. Nos lleva a querer realizarlas. 

Facilitan llegar al orgasmo porque favorecen la llegada de nuevas prácticas sexuales que amplían nuestro espectro amatorio sexo afectivo. Somos más creativos, queremos un poquito más de eso tan rico.

Calma y paz Calma y paz

Calma y paz / Dorné Marting

Impulsan nuestra imaginación un recurso fácil y de los más barato para escapar de nuestras preocupaciones y dolores. Tener imaginación nos permite ser más felices. Desarrollarla es una buena idea. 

Alivian el estrés y la ansiedad lo primero que provoca una fantasía sexual es tranquilidad. Pensarlas hace que tengamos menos pensamientos negativos. 

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