Derechos Humanos

Cuando te arrancan el placer del cuerpo

  • Hoy, día internacional contra mutilación genital femenina es un buen día para que analicemos lo que supone, de verdad, que te seccionen el clítoris. 

  • Para que entendamos por qué es imprescindible pararlo. 

Cuevas de placer

Cuevas de placer / Sebastián Kowalski

El clítoris es un órgano de unos trece o catorce centímetros, de los cuales solo son visibles un poquito de carne, situado encima de la uretra y la apertura vaginal. Sí, eso de ahí que parece un pellizquito. Tiene 8.000 terminaciones nerviosas y su única función es la estimulación de las mismas. 

Se hizo para que disfrutáramos. Para nada más. 

Por eso, prescindir de sus servicios es tan dramático. Porque supone condenarte a que no tengas esa sensibilidad en la que se basa el placer de toda mujer. Los orgasmos no son vaginales, son siempre clitorianos. Lo que pasa es que del clítoris solo vemos ese trocito. Pero irriga por dentro de la vagina y es lo que se estimula cuando hay penetración. Pero el orgasmo lo provoca el clítoris. 

El 6 de febrero es el Día Internacional contra la mutilación genital femenina (MGF) y debemos concienciarnos de lo que supone que nos sajen ese pellizquito de carne. 

Unos 200 millones de niñas y mujeres son sometidas a esta tortura que se practica en 30 países. Una práctica que podría estar practicándose en nuestro país en la clandestinidad y que mantiene en vilo a organismos de los derechos humanos. 

Trozo de carne Trozo de carne

Trozo de carne / Rayas Simples

Qué supone la MGF

La mayoría de las veces, las mutilaciones se realizan con cuchillas, navajas u objetos punzantes, lo que provoca heridas y mutilaciones a las niñas y mujeres. Los testimonios de las supervivientes son desgarradores. Porque esta mutillación implica cercenar, para siempre, su capacidad de disfrute en las relaciones sexuales. A partir de entonces, ya será para siempre, una práctica que implique sufrimiento

La Mutilación Genital Femenina FGM es una vulneración de los derechos humanos. Y, como tal, debe ser protegida por las leyes de todos los países. 

30 millones de niñas corren el riesgo de ser sometidas a la MGF por lo que la acción de los gobiernos para evitarlo debe ser inmediata. Por ahora, el trabajo de las ONG está siendo indispensable, con trabajo de campo en los países en los que se practica y en occidente, donde, en la clandestinidad, se practica. Las administraciones, vigilan y estrechan el cerco de los colectivos donde pudiera practicarse. Y se demandan ayudas para las asociaciones que trabajan con los colectivos vulnerables. 

Arrancar, cercenar o mutilar el clítoris supone unas consecuencias inmediatas: 

  1. Dolores para siempre en la zona. Es una mutilación salvaje que deja secuelas eternas. 
  2. Dificultad para orinar. Las intervenciones suelen mutilar la uretra femenina, 
  3. Infecciones genitales. Con complicaciones que pueden llevar a la muerte. 
  4. Hemorragias. En las intervenciones, son frecuentes la hemorragia que, en ocasiones, conducen a la muerte. 
  5. Consecuencias psicológicas. Las consecuencias en la mujer psicológicamente hablando, son impredecibles. Es condenarla a que el sexo sea siempre un sufrimiento. 

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