No siempre tenemos la suerte de triunfar. Más de una noche regresamos a casa con la sensación de no tener nada de encanto. No ligar es una losa muy dura de gestionar. Las ‘manchas negras’ triunfan.

Las rupturas son siempre dolorosas pero siempre pierde más uno que otro. El que es abandonado es el que tiene un trabajo más duro que hacer, pero de ese trabajo suele resurgir una mejor persona.

Todas los estudios avalan que el hombre es más promiscuo que la mujer, aunque, en los últimos años nos estamos animando. Lo que sí está claro es que no vivimos nuestras aventuras como ellos.

Cada vez reconocemos más que tenemos relaciones sexuales en las que no entra nada más que el deseo, inmediato, de tener sexo. Es el sexo rápido y sin compromiso. Y nos gusta.

Hoy, día internacional contra mutilación genital femenina es un buen día para que analicemos lo que supone, de verdad, que te seccionen el clítoris. Para que entendamos por qué es imprescindible pararlo.

El succionador femenino se convirtió en un éxito de ventas e hizo que la mayoría de las españolas, por fin, tuvieran un orgasmo. ¿Existe algo así para los chicos? Sí. Si se trata de chupar, por aquello de que, parece, es lo que más gusta, puedes conseguir que te la chupe otra con el juguete apropiado. .

El paso del tiempo es algo que no podemos evitar. Nuestro cuerpo cambia. Nuestra mente evoluciona. Envejecemos. Evolucionamos, en definitiva, también, en nuestra cama.

Tener una sexualidad no convencional no es fácil. Encontrar a las personas que se amolden a tus apetencias sexuales, tampoco. Unos cuantos datos de cómo moverse en el mundo de las sexualidades no convencionales.

Nos creemos que todos los fetiches son complejos, historiados y sofisticados. Nada más lejos de la realidad. Un fetiche es el objeto al que damos un carácter sexual. Nos excita. Nos gusta. Nos encanta que entre en escena cuando estamos en el tema. ¿Por qué renunciar a nuestros fetiches de andar por casa?.

Uno de cada tres hombres reconoce haber tenido eyaculación precoz alguna vez en su día. Para ellos es una pesadilla, para sus parejas, también. La eyaculación precoz se cura pero la vergüenza hace que muchos hombres prefieran sufrirla en silencio.