Sexoafectividad

Disfrutar del sexo anal

  • Por mucho que hablen mal de él, siempre tendrá adeptos. Muchos más tendría si fuéramos capaces de sacarle partido a todo lo bueno y placentero que tiene el sexo anal. 

Disfrutar del sexo anal

Disfrutar del sexo anal / Benjamín Gremler

Es una expresión soez que esconde mucho placer. Irse “a tomar por culo” supone toda una experiencia sexual que deberíamos saber disfrutar. Pero la literatura en torno al culo no es muy favorable a ello. Y eso ha hecho que le cojamos miedo a una práctica sexual muy placentera. Aprendamos a usarlo en la cama. Basta con interesarnos por él. 

El ano tiene más terminaciones nerviosas que la vagina. La vagina, por una cuestión biológica, apenas tiene. Imaginen un parto con muchas terminaciones nerviosas en la zona. Por tanto, ya tienen excusa para explorarlo. 

¿Por dónde empezamos? 

  1. Relax: Lo primero relajarse. El ano tiende a empequeñecerse como simple reacción ante los estímulos. Tenemos que intentar estar muy relajados para favorecer que pueda entrar algo
  2. Higiene: Una de las cosas que más agobia en la práctica del sexo anal es la higiene. Se recomienda una lavativa antes del amor carnal. Eso favorecerá que se disfrute mucho más y no dejará pruebas del delito en las sábanas. 
  3. Práctica: Antes de meterse en faena, explore. Y hágalo con sus dedos, con juguetes, con lubricantes. En la ducha, acaríciese, introduzca sus dedos. Compruebe su elasticidad. Si lo hace en pareja puede recrear un momento delicioso. 
    Sexo anal Sexo anal

    Sexo anal / Ruben Christen

  4. Ensayo: Para ejercitar la musculatura, para que aprendamos a relajarnos, para ejercitar nuestro ano, nada como las bolas tailandesas. Una ristra de bolas, desde muy pequeña hasta de un tamaño considerable que introducimos por el ano. No se preocupen, el intestino tiene siete metros. Caben muchas bolas tailandesas ahí dentro. Funcionamiento: Con ayuda de mucho lubricante, introducimos la ristra de bolas. Después, nos masturbamos. Cuando nos corremos, sacamos una a una las bolas en los golpes propios del orgasmo. Es una sensación muy placentera porque el orgasmo se multiplica. 
  5. Mimo: El cariño, la atención, el mimo y el romanticismo que le echen favorecerá que la persona que reciba esté mucho más relajada. EL sexo anal necesita de todo esto para ser del bueno. No escatimen ni un poquito en sus enculadas. 

Hay una parte educacional en esto del uso y disfrute del ano. Nos han enseñado que es algo sucio y obsceno y por eso nos produce rechazo. Si nos hubiera enseñado las cosas buenas del culo, habríamos aprendido a quererlo tanto como merece. No hagan lo que hicieron con ustedes. No manden “a tomar por culo” cuando sientan desprecio. No muestren menosprecio por la práctica sexual. Querámonos hasta el culo. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios