Las tropas de Fidel Castro han comenzado a entrar en La Habana, donde reina una confusión total.

El coronel Ramón Barquín se ha hecho cargo del Ejército abandonado por Batista y anunció ayer que todas las armas serían puestas a disposición de Fidel Castro. Mientras tanto, cientos de estudiantes están siendo armados en La Habana para combatir los focos de resistencia de los partidarios de Batista.

Fidel Castro envió ayer un mensaje por radio a toda la población, señalando que no quiere el poder. Castro ha reiterado que Urrutia es el nuevo presidente de Cuba y que él es un simple soldado al servicio del pueblo cubano. No obstante advirtió que los criminales de guerra serán castigados.

Ayer volvió a salir otro avión con partidarios de Batista hacia los Estados Unidos. Las casas y propiedades de los familiares y amigos del anterior presidente han sido saqueadas.

En La Habana siguen produciéndose numerosos tiroteos, con muertos y heridos. Fidel Castro sigue en Santiago de Cuba y es posible que mañana marche hacia La Habana.