Los seminaristas gaditanos Manuel Felipe de la Puente Sendón y Guillermo Valentín Domínguez Leonsegui, fueron ayer ordenados diáconos por el obispo diocesano, Antonio Dorado Soto, durante una concelebración eucarística que tuvo lugar en la parroquia del Rosario y en la que participaron veintisiete sacerdotes.

Tras las lecturas tuvo lugar la llamada a los candidatos al diaconado, a los que monseñor Dorado aceptó entre los miembros de este sagrado orden. A continuación el obispo pronunció una homilía en la que resaltó el hecho de que fuera precisamente en el día de la Epifanía del Señor cuando la iglesia de Cádiz celebrara la incorporación de dos de sus hijos al sacramento del orden, para enseñar, santificar y pastorear al pueblo de Dios como colaboradores de los presbíteros.

A continuación los candidatos realizaron las promesas de observar el celibato, acrecentar el espíritu de oración y respetar al obispo, que les impuso las manos pidiendo a Dios la ayuda del Espíritu Santo. Después recibirían la estola y la dalmática. Monseñor Dorado abrazó finalmente a los diáconos.