Enorme concurrencia asistió ayer en la plaza de San Antonio a la jura de bandera de los reclutas de los regimientos de la plaza. Todas las azoteas y balcones estaban decorados y llenos de público.
El altar estaba bellamente adornado situándose a sus lados las autoridades civiles y militares, con el alcalde y el gobernador militar a la cabeza.
La misa fue celebrada con imponente silencio y la ceremonia fue amenizada por la banda de música del Regimiento de Álava.
Tras la jura por parte de los reclutas, las autoridades marcharon a la calle Ancha para, situadas frente a la iglesia de San Pablo, presenciar el desfile.
Terminado el desfile los soldados volvieron a sus respectivos cuarteles donde les fue servido un rancho extraordinario.
En el Casino Gaditano se obsequió a las señoras y señoritas que presenciaron la jura de bandera.
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