Las gestiones de multitud de sectores de nuestra ciudad han dado sus frutos y el Gobierno da marcha atrás en sus proyectos y mantiene el servicio de vigías en la torre de Tavira, actualmente llevado a cabo por los vigías Adolfo Cebada y Manuel Alvarez.

La noticia llegó a Cádiz por sendos telegramas remitidos por el diputado Gómez Arámburu y senador Carranza. En ellos se da cuenta que el ministro de Marina había aceptado los argumentos expuestos y acordaba la continuación del servicio.

El día anterior el ministro había recibido un largo escrito de la Cámara de Comercio recordando los interesantes servicios que presta a Cádiz y a su comercio la Torre de Tavira.

Cádiz no podía prescindir de conocer la llegada de los buques desde larga distancia, ni de poder avisar a los barcos con suficiente antelación para ordenarles que fondearan en Bahía o continuaran a la Carraca. La sanidad marítima, los consignatarios, la batería de San Felipe, el correo y los más variados comercios gaditanos necesitan de la información que proporcionan los vigías.