Varios aficionados de nuestra ciudad organizaron ayer un festejo taurino a puerta cerrada en la plaza de toros de Cádiz.

Los dos primeros becerros fueron de muerte y el último solamente de capeo. Intervinieron en la lidia aficionados muy conocidos.

En el centro del ruedo se había colocado la mesa con manjares y vino, siendo interrumpidos los comensales con las llegadas de los becerros, que los ponía en dispersión completa.

El primer becerro fue muerto por el aficionado Zamorano y el segundo por Cruz. El tercer becerro fue capeado por los aficionados de mayor edad. Dirigió la lidia el antiguo banderillero El Cuco, acompañado de Chicorro y Juan Villegas El Loco, que tomaron parte en algunos lances.

Después de terminada la corrida se improvisó una juerga en medio del redondel, cantando Enrique el Mellizo sus inconmensurables malagueñas.