Las cigarreras de la Fábrica de Tabacos de la calle Plocia protagonizaron ayer un espectacular motín. La causa radica en la formación de un nuevo taller de cigarrillos de difícil elaboración. Las cigarreras fabrican menos cigarros y por ello reciben menos salario.

Sobre las doce de la mañana comenzó el escándalo, que adquirió enseguida formidables proporciones. Las cigarreras destrozaron todo el mobiliario dando gritos contra la empresa. El público y familiares aguardaba en al calle Plocia.

Llegó el alcalde accidental, pero no logró apaciguar los ánimos. La Guardia Civil estaba en la puerta pero no llegó a intervenir. 

Finalmente el gobernador civil llegó al establecimiento y logró calmar a las cigarreras. Una comisión de ellas acudirá mañana a ver al gobernador.