El ministro de Información y Turismo, Fraga Iribarne, impuso ayer las insignias de la Cruz de Isabel la Católica al pintor catalán Salvador Dalí. Fraga pronunció un discurso señalando que Dalí había sido “un español leal y lo ha sido en momentos difíciles. No se ha avergonzado de entrar en las embajadas”.
El pintor agradeció vivamente la distinción y aseguró que España parecería una casa de locos si en determinados momentos no aparecieran “figuras de máxima cordura, equilibrio y sosiego, como son el pintor Velázquez y el generalísimo Franco”.
Salvador Dalí se declaró católico, apostólico y romano y finalizó su discurso señalando “acepto gozoso la Gran Cruz de Isabel la Católica por saber que el honor de España me tiene y me obliga a ser mejor”.
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