Economía

Los préstamos hipotecarios no dedicados al pago de vivienda suben un 25%

  • La morosidad de este tipo de créditos alcanza ya el 1,3 por ciento, frente al 0,6 por ciento de finales de 2005· Este tipo de préstamos son cada vez más usados

El número de préstamos con garantía hipotecaria concedidos por las entidades financieras a particulares que no tuvieron como fin el pago o compra de una vivienda, aumentaron un 25 por ciento en el primer trimestre del año, según datos del Banco de España. Además, también aumentó la morosidad en este tipo de crédito, que pasó de un 0,6 por ciento en 2005 al 1,36 por ciento en el primer trimestre de este año. La Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas de Ahorro y Seguros (ADICAE) animó a las familias a "ejercer la cultura del crédito con responsabilidad" y aseguró que "no es de recibo" que se hipotequen las viviendas para avalar bienes de consumo.

En el primer trimestre de este año aumentaron en un 25 por ciento los créditos hipotecarios con garantía hipotecaria destinados a la compra de bienes de consumo en las familias españolas. Estos datos contrastan con el saldo acumulado al cierre de 2005, cuando las hipotecas de este tipo sumaban 25.834 millones, frente a los 42.366 alcanzados hasta marzo de este año. En 2007, el valor de estos créditos en el primer trimestre fue de 33.871 millones de euros. Por tanto, se trata de un aumento del 64 por ciento respecto a 2005.

Por otro lado, destaca el aumento de la morosidad en este tipo de crédito, que pasa de un 0,6 por ciento al cierre de 2005 a un 1,36 por ciento en este trimestre. Del total de 42.366 millones de euros utilizados en créditos para fines diferentes a la adquisición de vivienda, 579 millones eran dudosos al cierre del primer trimestre.

Este tipo de préstamos, que utilizan como garantía la vivienda, pero se destinan a financiar otro tipo de productos que nada tienen que ver con el inmueble, son cada vez más utilizados, pero desde la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas de Ahorro y Seguros (ADICAE) aseguran que esta práctica "no es de recibo", y que además puede parecer beneficiosa en un primer momento, pero que "a la larga el consumidor acaba pagando más".

En un principio, esta fórmula puede parecer ventajosa porque se evitan los gastos de constitución de otro préstamo y el tipo de interés es más bajo que el de un crédito al consumo, pero el banco suele exigir un aval, con lo que al final se acaba comprometiendo su vivienda y la de quien le respalda.

ADICAE anima a las familias a "ejercer la cultura del crédito con responsabilidad" y no recargar la hipoteca de vivienda, puesto que esta fórmula pone en peligro el inmueble, por lo que no resulta "razonable".

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