Economía

Las marcas blancas arrasan

  • La mitad de los productos de la cesta de la compra ya corresponden a las enseñas de los distribuidores · La diferencia de precios entre estos artículos y los del fabricante roza el 40%, un reclamo aplastante

Las marcas blancas son incombustibles. Al calor de una crisis de repercusiones inabarcables, con un consumo de capa caída y un ciudadano mirando con lupa cada céntimo que sale de su cartera han subido como la espuma. La cuota de mercado de la marca del distribuidor se sitúa actualmente en España alrededor del 50% en términos de volumen, con lo que la mitad de los productos de la cesta de la compra corresponden a este tipo de enseñas, según recoge un informe de la consultora IRI.

La penetración de estas marcas sobre el total de las ventas -cuota en valor- ha experimentado una fuerte expansión desde finales de 2007, cuando se produjo el aumento del precio de las materias primas, y ha alcanzado máximos históricos superiores al 38% en el segundo trimestre de 2009, situándose como la más alta entre los países europeos. Si en diciembre de 2008, este segmento contaba con una cuota de mercado del 34,7% en España, en enero de 2009 se elevó al 36% y en febrero al 38%, casi tres puntos y medio porcentuales más en sólo dos meses. En los meses siguientes, la cuota se mantuvo más o menos estable, hasta que en mayo se alcanzó el máximo del 38,2%, cota que volvió a repetir en septiembre.

Según el estudio, denominado El impacto de la marca del distribuidor en España, pese a que durante el primer semestre de este año las marcas de fabricante han recortado su precio más que las marcas blancas, el diferencial continúa siendo significativo. Además, las campañas publicitarias que los grandes anunciantes han lanzado contra las marcas blancas parece que, de momento, no logran el objetivo perseguido. Y es que estos productos son ser más baratos, lo que no significa que tengan peor calidad, y son los que proporcionan ahorros considerables en la cesta de la compra.

En concreto, el precio de las marcas de distribuidor es en promedio un 38% más bajo que el de las marcas líderes, por lo que un carro de la compra formado exclusivamente por marcas blancas supondría un ahorro medio de cerca del 40%. Un reclamo aplastante que está llevando al segmento a experimentar repuntes espectaculares.

Eso sí, la cuota de la marca de distribuidor alcanza un mayor peso en determinados artículos. Así, en los productos frescos supone el 44% de las ventas, pero tiene menos repercusión en droguería-perfumería, donde acapara el 41,7% del total, en alimentación y bebidas, con un 34,7%, y en productos para bebé, con un 19,5%.

Por secciones, entre los productos de alimentación la cuota más alta corresponde a las conservas (55,1% de las ventas), seguida de la leche y los batidos (41%) y la alimentación seca (38,3%), mientras que el menor peso se obtiene en las bebidas (20,9%). De otro lado, la penetración de mercado en droguería-limpieza se sitúa en el 50,7%, en tanto que la de perfumería-higiene es del 32,4%.

En los productos denominados "de exhibición social", como bebidas alcohólicas y perfumes, los consumidores tienen una mayor conciencia de marca y priorizan la enseña por encima del precio. No obstante, la consultora advierte de que en la era low cost los consumidores se están cuestionando el valor de las marcas en todos los sectores.

Según el estudio, a pesar del descenso "incesante" de los precios durante los primeros seis meses de 2009, las marcas de los fabricantes no han conseguido elevar la demanda.

Así, mientras que el crecimiento en volumen de las marcas de la distribución se situó por encima del 10% en el primer semestre, el conjunto de marcas de fabricante decrecen.

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