Economía

El 'ladrillo' se lanza a por Solbes por no actuar contra la crisis

  • El sector exige al vicepresidente que "se deje de discursitos" y reclama "medidas reales, aunque sean intervencionistas"

Intervenir o no intervenir. La gravedad de la desaceleración económica ha llevado al sector del ladrillo a romper el tabú de la libertad de mercado para pedir al Gobierno "medidas reales aunque sean intervencionistas". Sin embargo, el rechazo del Ministerio de Economía a echar una mano ha sido recibido con sorpresa e incredulidad por parte de los promotores inmobiliarios.

El presidente de la patronal de los promotores madrileños (Asprima), José Manuel Galindo, respondió ayer al vicepresidente económico del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, que "lo que hay que hacer frente a la crisis del ladrillo es tomar medidas reales" aunque supongan intervenir en la economía, si bien matizó que "cuanto menos intervencionistas sean pues muchísimo mejor".

José Manuel Galindo insistió en que "las ayudas son fáciles de introducir y tienen un efecto inmediato" y precisó que, dado que su única "perversidad" es la dificultad para retirarlas, sólo haría falta recalcar previamente su carácter coyuntural.

El presidente de la Asociación de Promotores y Constructores de España (APCE), Guillermo Chicote, lanzó sus puyas directamente hacia Solbes. Chicote pidó al vicepresidente "menos discursitos" y un mejor diagnóstico de la situación del sector de la construcción para poder empezar a buscar soluciones. Chicote afirmó que cuando se recauda "nadie llora", pero en periodos de incertidumbre "todos estamos pagando las consecuencias".

"El problema es tan acuciante que no me parece que pueda resolverse con una comparecencia y un discursito. Tiene una gravedad tan extraordinaria y unos ribetes sociales que pueden adquirir aires de tragedia tan altos que esto me parece frívolo", señaló el presidente de la patronal de promotores de España, que insistió en que el sector no pide ayudas para sí mismo, sino para los compradores de vivienda.

No obstante, Chicote entonó un mea culpa al reconocer que los promotores y constructores "se pasaron" al construir el año pasado 640.000 viviendas, casi el doble de los que se demanda anualmente. "Lo que pasa es que en momentos de bonanza todo el mundo se atreve a acometer grandes problemas y que los problemas le van a venir al vecino. Pero cuando llueve, llueve para todos", explicó. Pese a admitir este exceso de producción, Chicote recordó que "nadie ha llorado" por la "extraordinaria" recuadación fiscal que ha procurado esta situación. "Hemos generado una cantidad de impuestos a corporaciones locales, Estado central y autonomías de no te menees. Entonces nadie lloraba", denunció. El presidente de la APCE afirmó que el sector no está cayendo por la crisis de las hipotecas subprime, sino por la "incertidumbre" y la falta de confianza de los compradores de vivienda en la economía española.

"Es una visión equivocada y sesgada pretender reducir la crisis a un problema que sólo afecta al sector inmobiliario", manifestó Manuel Sillero, director gerente de Gaesco, la patronal sevillana integrada dentro de la Federación Andaluza de Construcción, Fadeco. Sillero insistió en que el problema "tiene mucho más calado" porque también sufren "otros muchos sectores". Sillero recalcó que "hay que buscar medidas que den seguridad a las entidades financieras del cobro de las hipotecas como avales y ayudas a los compradores".

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